La Razón (Cataluña)

Un Tour de otra época Víctor Martín

► Pogacar gana en Peyragudes, pero Vingegaard resiste en una etapa donde se abrieron grandes diferencia­s

-

Hasta que el año pasado Pogacar ganó su segundo Tour de forma autoritari­a, veníamos de una racha de cinco o seis ediciones que se habían caracteriz­ado por un ciclismo absolutame­nte conservado­r. Las etapas de montaña apenas iban arrojando huecos de varios segundos entre los candidatos a la victoria final, y alguna vez incluso se vieron podios con diferencia­s de un minuto, o directamen­te a los cinco primeros en un pañuelo.

Sin embargo, la etapa de Peyragudes fue la confirmaci­ón definitiva de que estamos en un Tour de otra época. De cuando se corría tan al ataque que cada uno acababa yendo a su sitio. Mejor dicho, la carretera terminaba situándolo en su sitio. Fueron apenas 129 kilómetros de etapa, la primera mitad prácticame­nte plana. Pero fue suficiente para que se viese el nivel de todos los que llegaron a la salida de Copenhague con la ilusión de vestir el amarillo, subir al podio o, al menos, estar cerca de él.

El duelo entre Pogacar y Vingegaard está cada vez más cerca de decantarse para el danés. Otro día menos, otro día que aguanta. Ni siquiera se sabe si es que no ataca porque no puede o porque no lo necesita. El danés resistió el duro ritmo de un UAE que se quedó sin Majka –no tomó la salida– y aun así tuvo en Bjerg y McNulty a dos gregarios de lujo. El estadounid­ense, de hecho, acompañó a su jefe hasta los últimos 200 metros de la etapa. Pero, cuando Pogacar probó suerte en Val Louron, Vingegaard se soldó a su rueda sin mayor problema. En Peyragudes ni siquiera lo intentó. Se pertrechó tras su escudero y siguió llevando al maillot amarillo hasta la cima. Después, ambos esprintaro­n en la terrible rampa final y Pogacar se llevó la etapa y cuatro segundos de bonificaci­ón. Insuficien­te.

Por detrás, Geraint Thomas dio un paso de gigante para volver a estar en el podio de París. Se dejó dos minutos respecto a los dos «capos» y demostró que es el primero primero de los mortales. Porque consiguió soltar a Bardet –recuperado tras ceder el martes– y Lutsenko, que venían de la escapada. Esta vez no estuvo flanqueado por Adam Yates. El británico ya lo pasó mal en Aspin y Hourquette D’Ancizan, logrando enganchar en el descenso gracias a Pidcock y a Daniel Martínez. Pero en cuanto se tensó la cuerda de nuevo, fue para atrás. Le cayeron más de ocho minutos.

A sus 36 años, Thomas se ha mantenido siempre cerca de los mejores tirando de oficio, veteranía y calidad. No ha tenido opciones reales de ganar el Tour, pero ahora lleva más de tres minutos de colchón para subir al podio final, y queda una contrarrel­oj que le es completame­nte favorable. Tanto, que está entre los favoritos a ganarla pasado mañana.

Porque Nairo Quintana y Gaudu tampoco pudieron dar batalla. De hecho, Nairo estuvo por un tiempo junto a los tres más fuertes de la carrera, pero reventó en Val Louron y fue cazado desde atrás por el grupo de Gaudu –que pudo salvar la jornada gracias a Madouas y Pinot–, donde estaban los hombres del Top10 de la general: Meintjes, Vlasov o el propio Enric Mas. Todos entraron en un puñado de segundos a casi cuatro minutos del vencedor. Diferencia­s que no veíamos hace cuatro o cinco años. Antiguamen­te se decía que, en el Tour, los segundos caen muy rápido cuando alguien muestra debilidad. Esa afirmación, que parecía estar perdiendo sentido, se encuentra ahora más vigente que nunca. Queda por delante la última gran batalla montañosa, algo más larga, con 147 kilómetros. No parece que vaya a haber un guion distinto del que ya hemos visto estos días. Pogacar lo va a intentar hasta el final y hay un encadenado con Aubisque, el más novedoso –y durísimo– Spandelles y el final de Hautacam. Muchos intereses. Muchos objetivos. La pelea por el maillot de la montaña determinar­á la escapada.

Algún hombre de la general intentará filtrarse para buscar el podio, pero Ineos no va a permitirlo. A falta de la crono, las diferencia­s son ahora mismo tan grandes que, salvo gran sorpresa, el Tour saldrá sentenciad­o de los Pirineos. Como sucedía en otras épocas.

 ?? REUTERS ?? Pogacar levanta los brazos para celebrar la victoria de etapa en la cima de Peyragudes
REUTERS Pogacar levanta los brazos para celebrar la victoria de etapa en la cima de Peyragudes

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain