Rebelión contra el sistema de promoción interna de Montero
► Hacienda firma el acuerdo con los sindicatos, pero sin el apoyo de los cuerpos afectados
Hacienda y los principales sindicatos –UGT, CC OO, CSIF y CIG– rubricaron el pasado día 19 el acuerdo sobre el nuevo sistema para convertir personal laboral fijo en personal funcionario. Un método que ha levantado ampollas entre los integrantes del subgrupo A1, el de más nivel y que da acceso a cargos tan relevantes como los de subdirector general, director general y subsecretario. Tanto es el malestar entre estos funcionarios que fuentes de las asociaciones profesionales han asegurado a LA RAZÓN que, en cuanto el acuerdo se plasme en una norma, lo impugnarán en los tribunales. El acuerdo, según estas organizaciones, no identifica qué autoridad de Función Pública lo ha rubricado y en virtud de qué facultades, lo que, a su entender, infringe el ordenamiento.
Desde la Asociación Profesional de la Escala Técnica de Gestión de Organismos Autónomos del Estado, que representa a los funcionarios que integran esta escala interdepartamental del subgrupo A1, explican que la posibilidad de promocionar hasta su grupo a personal laboral es posible desde hace 15 años y que, en ese sentido, no tienen ningún problema en que estos trabajadores puedan acceder a la condición de funcionario.
A lo que este colectivo se opone es al nuevo método que ha acordado Hacienda y Función Pública con los grandes sindicatos para hacer la promoción. Hasta hora, el personal laboral fijo del grupo 1 podía participar en dichas convocatorias de promoción en las mismas condiciones y con los mismos ejercicios y dificultad que los funcionarios de promoción interna del subgrupo A2. Ahora, sin embargo, se ha diseñado a su entender un sistema nuevo y a la carta, carente de dificultad, que supone una «flagrante vulneración de los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad», en relación con los funcionarios de carrera.
Así, mientras a un funcionario del subgrupo A2 se le exigen cuatro pruebas, con un programa de 83 temas para acceder al A1 –más la oposición previa que han tenido que superar para ingresar en su subgrupo de origen–, al personal laboral le bastará con el nuevo método con realizar un solo ejercicio tipo test –con tres posibles respuestas y sin que los errores resten– con un programa de 16 temas. Esto, aseguran, «da facilidades inusitadas al personal laboral para que tenga la posibilidad de acceder a dicha funcionarización, siendo una medida que trata de forma desigual dicho acceso entre el personal laboral fijo del grupo 1 y el funcionario del subgrupo A2, que hasta ahora tenían el mismo sistema de acceso al subgrupo A1.
El modelo también supone a su entender una merma injustificada, de dudosa constitucionalidad, de los principios de mérito y capacidad en tanto que «es imposible acreditar nivel suficiente para el desempeño de las altas responsabilidades que tienen que ejercer los funcionarios del subgrupo A1, con el estudio de sólo 16 temas. En el caso de los A1, se trata, añaden, de un problema que se va a extender a todos los ministerios, donde va a haber «un nivel bajo de cualificación», lo que podría tener consecuencias nefastas para la ciudadanía en un momento en el que desde la Administración central se deben afrontar enormes retos como la gestión de la pandemia y los 70.000 millones de euros que están llegando desde la UE.
Al personal laboral le bastará un test de 16 temas con tres opciones para ser funcionario