Cerco judicial y político a Laura Borràs
►El TSJC tumba su último recurso y queda pendiente de la apertura de juicio. Junts abre un expediente a su mano derecha
NuevoNuevo varapalo judicial a Laura Borràs: el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha tumbado el último recurso presentado por la defensa de la presidenta del Parlament, quien queda pendiente de la apertura de juicio oral por corrupción. Borràs trató de recusar y apartar al magistrado instructor Carlos Ramos por presunta «falta de imparcialidad», una maniobra que el Alto Tribunal tilda de «un acto en fraude de ley y/o un abuso de derecho».
El magistrado instructor de la causa ha acordado no admitir a trámite el recurso de apelación que la defensa de la lideresa de Junts presentó la semana pasada, agotando así una de sus últimas opciones para evitar el juicio por la presunta adjudicación a dedo de hasta 18 contratos a un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2013 y 2017. La apertura de juicio oral, el siguiente paso que falta, podría ser inminente.
En la providencia dictada ayer, un texto de dos páginas, el juez recuerdó al abogado de Borràs, Gonzalo Boye que, de acuerdo con la ley, no cabía ningún tipo de recurso contra su decisión de no admitir la recusación.
Además, recalcó el magistrado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha declarado que «las recusaciones basadas en motivos de orden general y abstracto o con manifiesto abuso -es el caso de las invocadas por la representación de la señora Borràspueden ser inadmitidas razonadamente por el propio magistrado recusado sin que ello sirva para cuestionar su imparcialidad».
El juez sostiene también su «preocupación» por que el proceso contra Borràs no sufra dilaciones indebidas «a causa de actos procesales fraudulentos y/o abusivos de las partes es absolutamente legítima y no es ni puede ser demostrativa de ningún interés espurio».
Borràs se enfrenta a una petición de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación de la Fiscalía, además de una multa de 144.000 euros, por presuntamente fraccionar 18 contratos para encargar a dedo proyectos a un amigo sin necesidad de licitar cuando dirigía la entidad cultural pública dependiente dependiente de la Generalitat.
El escrito de acusación atribuye a Borràs los presuntos delitos continuados de prevaricación y falsedad documental, pero en cambio descarta el fraude y la malversación continuada por los que sí que la procesó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
De certificarse la inminente apertura de juicio oral, la carrera política de Borràs podía verse abocada al abismo en pleno verano. El artículo 25.4 del Parlament inlado» dica que la Mesa debe «acordar la suspensión de los derechos y deberes de los parlamentarios de forma inmediata» cuando se decrete apertura de juicio oral y en caso los delitos asociados a la corrupción como los que se le imputan a Borràs. La propia dirigente maniobró hace unos meses para modificar este punto y se topó con el rechazo de todos los partidos, incluso de ERC y la CUP.
Este mismo lunes, Esquerra le volvió a exigir que dé «un paso al y se aparte de la presidencia de la cámara para «preservar» y «defender» la institución. Los republicanos incluso se prestaron a llegar a un hipotético acuerdo para que las funciones de Borràs puedan quedar en manos de otro representante de Junts mientras no se resuelve el caso en los tribunales. De ser suspendida por la Mesa en aplicación del reglamento –hay ds vías: la directa y la que requiere el aval de la comisión del estatuto del diputado– sus funciones las debería asumir la vicepresidencia, en este caso Alba Vergés de Esquerra. Sin embargo, los republicanos contemplan llegar a un acuerdo con los posconvergentes si se diera el caso.
El cerco se estrecha en torno a Borràs, y no sólo desde el flanco judicial. También ayer, su partido, Junts, aabrió oficialmente un expediente informativo a Francesc de Dalmases, el diputado posconvergente que increpó a una periodista de TV3, y nombró como instructora la abogada Magda Oranich. Eso sí, el partido ha evitado llevar directamente el caso a la Comisión de Garantías en un juego de equilibrios interno dado que Dalmases es la mano derecha de la propia Borràs y su principal apoyo a nivel político. De hecho, la presidenta del Parlament se ha posicionado a su favor.
Los republicanos insisten en que se aparte del cargo y se abren a acordar su recambio temporal
La presidenta del Parlament ha cerrado filas con Dalmases tras su polémica en TV3