Barcelona podría entrar en alerta por sequía a partir de septiembre
► El nivel de los embalses roza el 40%, pero la Generalitat descarta por ahora las restricciones de agua en el uso doméstico
La Agencia Catalana del Agua (ACA) prevé que en septiembre tendrá que declarar la alerta por sequía en el área metropolitana de Barcelona, según afirmó ayer su director. Samuel Reyes explicó que están acabando de analizar este extremo a mediados o finales de septiembre a la vista de unos indicadores que marcan «una tendencia a la baja de los embalses» y teniendo en cuenta que en verano es cuando más agua se consume y menos llueve. La fase de alerta implica restricciones que, por ahora, no afectan al uso doméstico de agua. Pero, en total, son 150 los municipios catalanes en esta situación.
La alerta, que se declarará cuando el nivel de los embalses de los que depende el área metropolitana se sitúe por debajo del 40%, supone limitaciones en el riego agrícola, de jardines, para usos ganaderos, industriales y también recreativos, así como no poder limpiar las calles con mangueras. Las restricciones no se notarían, por tanto, en el grifo de casa.
Ya existen municipios de Cataluña que se encuentran en alerta por sequía. La ACA la ha declarado en la zona de Carme-Capellades, Anoia-Gaià, la cabecera del Ter y el Llobregat medio. El área más poblada de Cataluña, con sus reservas al 45%, se encuentra en prealerta, una fase que no implica restricciones, según indicó la semana pasada la ACA. «En el área metropolitana de Barcelona viven 5 millones de personas, podemos reducir su consumo y eso nos permite alargar sus reservas».
Reyes afirmó que el suministro de agua está garantizado en la red supramunicipal pero ha señalado que cuanto más se alarguen los recursos, más posibilidades tendrá que evitar limitaciones y por eso ha pedido a los ciudadanos un consumo de agua responsable, como cerrar el grifo durante la ducha o poner lavadoras y lavavajillas eficientes.
Estas restricciones son, por ejemplo, que el riego de jardines y zonas verdes sólo se puede realizar 2 días a la semana y por la noche, que no se pueden limpiar las calles con mangueras o la obligación de reducir el uso de agua, tanto en la agricultura y la ganadería como en los golfos. Tampoco se pueden llenar piscinas. También se limita a 250 litros por persona y día el consumo de agua. Esta cifra puede crear confusión, al referirse al cómputo global por municipio. «Son 250 litros de las captaciones», ha explicado Reyes, quien ha remarcado que, de todas formas, en el área de Barcelona el consumo por habitante es de unos 120 litros.
En un momento en que los embalses están al 42% de la capacidad, el director del ACA ha afirmado que la situación actual no es tan crítica como la de 2007 o 2008, cuando los embalses estaban al 20%, pero sí es equiparable a la del 2018, cuando «tuvimos una situación similar, pero llovió». Y ha explicado que hay que distinguir entre la alerta y la situación excepcional de determinados municipios, como Vacarisses, donde el agua que utilizan depende de pozos «y se han secado». Sobre por qué unos municipios tienen garantizado el abastecimiento y otros no, Reyes ha afirmado que «no se han hecho los deberes».