La intención no basta
Opinión
humanos, mercancías y combustibles. Este factor fronterizo constituye su baza para contar algo en el orden internacional, además del control del terrorismo. Bien. Pues el Gobierno español no ha comprendido todavía que la política exterior se basa en el mantenimiento del statu quo de convivencia entre Estados.
Si se incomoda a Marruecos o Argelia en alguno de sus aspectos estratégicos se comete un error que tiene consecuencias. Si por buenas intenciones se cobija a un terrorista saharaui protegido por Argelia y buscado por Marruecos, eso tendrá una respuesta de Mohamed VI para dañar a España. Lo tiene fácil. Con no controlar el flujo migratorio ya se crea un problema grave en la frontera y en la opinión pública española.
De igual manera, si por intereses ocultos que algún día sabremos, sin duda, se cede el Sáhara a Marruecos, Argelia toma represalias contra España. ¿Con qué puede hacer daño? Descartada la posibilidad de permitir un atentado yihadista en nuestro suelo, que molestaría mucho en las cancillerías occidentales, lo hace con el cierre del suministro energético, el bloqueo comercial y la inmigración ilegal.
El resultado es que Argelia firma un tratado con Italia como socio preferente en la compra del gas en plena crisis mundial, y en detrimento de España. Y como el Gobierno de Sánchez no se entera, las autoridades argelinas rematan con el flujo migratorio. El número de embarcaciones que llegan desde Argelia a las costas peninsulares e insulares españolas ha crecido un 45%.
Argelia ha dado por terminado el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, de hace 20 años. Lo suspendió en junio cuando Sánchez dio la razón a Marruecos con el Sáhara y ahora lo ha roto porque nuestro Gobierno no solo no ha rectificado, sino que ha insistido en la decisión. Mientras Sánchez se mueve por intenciones, el resto de gobiernos lo hace por políticas efectivas y resultados, en un marco real, no sentimental de la existencia. Lo que hay detrás es que el sanchismoyestaizquierdavivenalejados de la realidad del día a día.