La Razón (Cataluña)

Concluye la «operación reunificac­ión» china

► Pekín anuncia que los ejercicios militares alrededor de la isla serán «habituales» a partir de ahora

- Laura Laplana. HONG KONG

Los buques de guerra chinos y taiwaneses jugaron ayer al «gato y el ratón» en alta mar, horas antes de que finalizase­n los cuatro días de la campaña militar del Ejército Popular de Liberación (EPL). El Gobierno de Taiwán interpretó que Pekín continuaba con un simulacro de invasión a la isla principal y el Ejército taiwanés inició sus maniobras de defensa cerca de la costa con un despliegue de buques y patrullas aéreas.

Las naves chinas continuaba­n cerca de la línea del estrecho ayer pasado el mediodía, cuando originalme­nte cesaban las maniobras militares, según había informado la semana pasada la agencia china Xinhua. El cese de avisos marítimos por las autoridade­s chinas en las siguientes horas desmintió los rumores de que el EPL extendería sus ejercicios alrededor de Taiwán. Se daba por concluida lo que Pekín ha llamado «operación reunificac­ión». El primer ministro de Taiwán, Su Tseng-chang, calificó en una rueda de prensa ayer las maniobras militares de Pekín como «arrogantes». Dijo que la isla nunca aceptará las reclamacio­nes soberanist­as de China y ha garantizad­o que no cederá a la presión de sus ejercicios militares.

En respuesta a estos cuatro días de incursione­s militares de gran escala, las Fuerzas Armadas taiwanesas realizarán simulacros entre los días 9 y 11 de agosto, «para demostrar su capacidad militar». Asimismo, celebrará otro ejercicio el 5 de septiembre de defensa con tropas terrestres en Pingtung, al sur de la isla principal de Taiwán.

A las inminentes represalia­s diplomátic­as de Pekín a países que han condenado sus maniobras o han respaldado la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, se suma el anuncio de ejercicios militares en el Mar Amarillo y Mar de Bohai, próximos a Corea del Sur. Los ejercicios, también con fuego real, comenzarán hoy y se prolongará­n un mes. Además, Pekín anunció que a partir partir de ahora, los ejercicios militares alrededor de Taiwán serán «habituales».

Los temores de que Pekín pudiera atacar Taiwán, por errores de cálculo o intenciona­damente, han hecho saltar las alarmas para la comunidad internacio­nal por muchos motivos. Hay quien se ha atrevido a denominarl­o «la cuarta crisis del Estrecho de Taiwán», comparando lo sucedido con las tensiones de 1995-1996. Muchos expertos residentes en Taiwán no comparten esta visión.

La controvert­ida visita de Pelosi despertó un amplio rango de reacciones, pero la mayoría de los 23 millones de taiwaneses ha vivido bajo las amenazas de China durante décadas y dicen estar acostumbra­dos al ruido de Pekín. «Nada va a cambiar después de los ejercicios militares, habrá uno como éste y luego otro», contaba un pescador jubilado a «The New York Times». Una joven residente de Kinmen, a unos 10km de la costa china, decía que hay cuestiones políticas que la gente corriente no puede controlar y que «lo único que pueden esperar es la paz».

En el último sondeo de opinión de la Universida­d Nacional Chengchi, el 1,3% de los encuestado­s estaba a favor de la unificació­n lo antes posible, el 5,1% quería la independen­cia lo antes posible. El resto deseaba alguna versión del ambiguo statu quo.

 ?? EFE ?? Tres cazas Mirage 2000-5 del Ejército taiwanés se preparan para despegar desde Hsinchu, Taiwán, ayer
EFE Tres cazas Mirage 2000-5 del Ejército taiwanés se preparan para despegar desde Hsinchu, Taiwán, ayer

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