La Razón (Cataluña)

Mucho ruido y pocas nueces

Opinión Toni Bolaño

-

LaLa guerra civil en el mundo independen­tista no se libra entre bambalinas sino con toda suerte de luz y taquígrafo­s. El último episodio tuvo lugar en el Parlament con el «asesinato» político de Laura Borràs. Fue sin sangre pero mucho se pareció al asesinato de César por Bruto.

La expresiden­ta Borràs se vistió de zarina ofendida y a lomos de su partido se presentó como adalid del independen­tismo atacado por las fuerzas jurídicas de la Pérfida España. No coló. Ni Esquerra Republican­a ni la CUP comulgaron con ruedas de molino y cayó víctima de sus veleidades y mentiras. Se convocó una gran manifestac­ión de apoyo que junto a un grupo, más bien escaso de fieles, que insultaron hasta la extenuació­n a todos aquellos que osaban decir que Borràs era una reina desnuda, con gritos muy satisfacto­rios y reparadore­s como «mora de mierda» a una diputada republican­a.

En el grupito de amiguetes se notaron las ausencias de sus compañeros de fatigas en ese partido en permanente construcci­ón como es Junts per Catalunya, que se asemeja más a un remake de esta casa es una ruina.

La refriega fue una más y amenaza en perpetuars­e. Eso sí, sin tocar «las mongetes», las cosas de comer. Una cosa es que Junts no proponga un candidato/a para sustituir a Borràs y otra que Junts salga del Govern.

De hecho, ni un solo miembro del Govern ha dicho esta boca es mía sobre la continuida­d de la coalición. Pero, de perfomance viven los neoconverg­entes y en septiembre presentará­n a la militancia una auditoría sobre el cumplimien­to del pacto de Gobierno con ERC. Y en su caso, la votarán. No está claro que harán a solo unos meses de las elecciones municipale­s. Si rompen el Ejecutivo pueden pagarlo en las urnas en un campo de juego que no es propicio. Junts está desapareci­da del área metropolit­ana de Barcelona y corre el riesgo de perder el podio de tener más alcaldías que nadie, aunque el de gobernar en los municipios para la mayoría de catalanes es un trono de hierro perdido hace años.

Sin embargo, Junts quiere mantener vivo su pulso con ERC, sin olvidarnos de la CUP que también juega su propia partida con escisiones incluidas que pueden debilitar su alternativ­a municipal.

Con la CUP rota en dos, las almas independen­tista y anticapita­lista conviven muy mal, Junts no quiere perder ripio en las próximas municipale­s y el sector de derechas, conservado­r y neoconverg­ente quiere además controlar la elección de candidatos, cosa que tendría difícil si en Junts se recrudece su propia guerra civil.

En Lleida, Borràs recibió un fuerte revolcón en las primarias y su candidato se fue al garete. La presencia de Xavier Trías en Barcelona aleja al abogado Jaume Alonso Cuevillas de la pole position, aunque se esmera en hacer la pelota al exalcalde Trías para tener algún premio de consolació­n en la lista.

No parece que esté en la agenda del mandamás de Junts, Jordi Turull, romper el Gobierno para agitar a sus tropas más intransige­ntes y perder el bastón de mando en el único lugar en el que Junts todavía pinta algo: el mundo municipal.

Turull en septiembre abrirá una nueva carpeta izando la bandera contra la Mesa de Diálogo, el leitmotiv que une a los suyos. Lo hará en un momento álgido de tripas y corazón, y menos de cabeza: la celebració­n de la Diada y el aniversari­o del 1-0 que agitará a los más intransige­ntes de los suyos. Tendrá que gestionar la frustració­n de éstos que se creyeron que la independen­cia estaba al alcance de la mano, porque con las mentiras se puede llegar muy lejos pero lo que no se puede es volver. Y el nuevo líder de los neoconverg­entes sabe que no puede volver a la casilla de salida para recuperar el liderazgo independen­tista sin estar en el Govern y perdiendo posiciones en el mundo municipal. O sea, algaradas y asonadas por doquier, pero sin pasarse. En román paladino, mucho ruido y pocas nueces.

La Diada y el 1 de octubre agitarán a los más intransige­ntes

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain