Voy a apagar la luz por ti
«Voy«Voy a apagar la luz para pensar en ti y así dejar volar mi imaginación», reza el estribillo de una «pieza» musical, que bien merece alzarse con el galardón de Canción del Verano 2022, en la nueva versión compuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez y, más en concreto, por Teresa Ribera, la vicepresidenta encargada de la energía y la transición energética. Aunque de ritmo más bien lento, merecería la pena que orquestas, bandas, charangas y grupos musicales varios la incluyesen en su repertorio, en versión un poco más animada, eso sí. Es más, debería ser de interpretación obligada en los bailes y verbenas que tendrán lugar en los próximos días con motivo de la oleada más importante de fiestas patronales que se van a celebrar en este largo fin de semana que nos espera.
Por cierto, que ahora que caigo en ello, y dada la confusión reinante sobre su contepara nido y, sobre todo, sobre su aplicación, no recuerdo si en el decreto en cuestión se incluyen normas concretas sobre la hora a la que deberán acabar esos actos festivos y, por ejemplo, sobre la potencia máxima de los equipos de iluminación y sonido que se utilizarán en ellos. Porque, digo yo que, puestos a prohibir, como son por la noche, también se consumirá mucha electricidad y algún tope habría que poner. Aunque no me imagino a un solo alcalde que se atreva a establecer cortapisas a la celebración de estos actos con la excusa del ahorro energético. No veo yo que a eso de las dos de la madrugada el vocalista del grupo musical actuante anuncie la llegada del primer edil dirigirse al público allí congregado y que este comience su intervención de la siguiente manera: «Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y, como os debo una explicación, como alcalde vuestro que soy, os la voy a dar: que dice Teresa Ribera que hay que acabar la verbena, así que a casa; pero, antes de terminar, una última pieza que os animo a todos a cantar». Y en ese momento sonaría la música y desde todas las gargantas saldría «voy a apagar la luz para pensar en ti y dejar volar mi imaginación».
¿Alguien se imagina tal escena? Pues, cuidado, porque la realidad suele superar a la imaginación.