Nueva diana para revertir el envejecimiento prematuro
► Investigaciones del biomédico español Juan Carlos Izpisua han logrado identificar uno de los factores clave
Un hallazgo español fue publicado ayer en la revista «Science Translational Medicine» y se basa en un proyecto desarrollado por el doctor Juan Carlos Izpisua, uno de los científicos españoles que lideran la biomedicina internacional y catedrático de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), que ha financiado este estudio centrado en un fragmento de ARN conocido como LINE-1 y que identifica una nueva diana para revertir el envejecimiento prematuro. «Estos hallazgos proporcionan una nueva visión de los síndromes progeroides y de cómo tratarlos, a la vez que destacan la importancia del ARN LINE-1 en el proceso de envejecimiento normal», afirma el doctor Izpisua, también profesor del Laboratorio de Expresión Génica de Salk Institute y director del Instituto de Ciencias Altos Labs en San Diego.
Los síndromes progeroides, que incluyen el síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford y el síndrome de Werner, provocan un envejecimiento acelerado en niños y adolescentes. Los pacientes no sólo desarrollan un aspecto físico llamativo, sino también síntomas y enfermedades típicamente asociados a la vejez, como enfermedades cardíacas, cataratas, diabetes de tipo 2, osteoporosis y cáncer. Actualmente no existen tratamientos eficaces para estos síndromes y las personas que los padecen mueren en pocos años.
Izpisua Belmonte y su equipo eran conscientes de que una de las características moleculares tanto del envejecimiento normal como de los síndromes progeroides es la alteración de la organización del ADN en el núcleo celular. Cuando el ADN se empaqueta de forma diferente cambian los genes que están accesibles para que la célula los pueda leer y, por tanto, cambia drásticamente el comportamiento y la función celular. También sabían que el genoma humano contiene cientos trozos de ADN que se propagan y mueven por el genoma, genoma, además de codificar ARN LINE-1. La función de estos elementos es poco conocida, pero lo cierto es que cambian y se multiplican con la edad, o con enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Los investigadores se preguntaron si estos elementos también cambiaban cambiaban y se acumulaban en los síndromes progeroides.
«Las secuencias repetidas en el ADN, como es el caso de LINE-1, constituyen un gran porcentaje de nuestro genoma, pero hasta ahora no se les ha prestado mucha atención a los efectos que puede tener la acumulación de este ARN LINE1 sintetizado en el núcleo celular, que aumenta con la edad», señala Pradeep Reddy, científico de Salk Institute y de Altos Labs.
En este trabajo, los investigadores estudiaron células de pacientes con síndromes progeroides y descubrieron que tenían entre cuatro y siete veces más ARN LINE-1 que las células de individuos sanos.
Además, demostraron que la acumulación de este ARN LINE-1 se producía antes de que ocurrieran los principales cambios estructurales en el ADN asociados a la progeria.
El estudio, financiado por la UCAM, se centra en el fragmento de ARN llamado LINE-1