El Papa Francisco: «Querer la eterna juventud es delirante»
El Papa afirmó ayer durante la audiencia general que la «vejez es una promesa» y que «querer la eterna juventud es delirante» y considera la ancianidad el «tiempo propicio» para dar testimonio de la espera «anhelante» ante el encuentro definitivo con Cristo. Por ello, durante la reanudación de su ciclo de catequesis dedicado a la vejez, el Pontífice insistió que sería «interesante» que las iglesias locales acompañen a las personas ancianas y les ayuden a «reavivar el ministerio de la espera del Señor».
Francisco ofreció estas reflexiones tras su viaje apostólico a Canadá: «Nuestro lugar estable no está en la tierra, sino junto al Señor y en la vida somos aprendices. Detener el tiempo es imposible»- Según «Vatican News», el Pontífice celebró su décimosexta catequesis sobre la tercera edad, un tiempo que dijo está «proyectado hacia la plenitud» y que es un «pasaje» a través de la fragilidad de la fe y del testimonio y «de los desafíos de la fraternidad».
El Papa manifestó que en la catequesis se contempla a Jesús que se despide de sus discípulos pero con palabras de consuelo, ya que les dice que no se inquieten porque va a prepararles un lugar en la Casa de su Padre. «En el seguimiento de Jesús, recorremos el camino de la vida como aprendices, experimentando dificultades y fatigas», reflexionó el Obispo de Roma, quien subrayó que en ese camino se invita con la gracia de Dios a salir de uno mismo e ir «siempre más allá» hasta llegar a la meta definitiva, «el encuentro con Cristo».
Por último, durante la catequesis celebrada en el Aula Pablo VI tras el descanso del mes de julio y el viaje a Canadá, Francisco recordó la guerra «cruel» en Ucrania, a quienes emprenden un viaje «con la esperanza de un futuro mejor» y a los afectados por la tragedia causada por las explosiones e incendios en la base petrolera de Matanzas (Cuba). Así, en español pidió a la «Reina del Cielo» que vele por las víctimas de esta tragedia y sus familias y que interceda por todos ante el Señor.