Arrancan las obras para la supermanzana del Eixample
► Los trabajos se realizarán de forma simultánea en las cuatro calles que deben transformarse en ejes verdes y, mientras duren, solo se podrá circular por un carril
ElEl último gran proyecto urbanístico de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, antes de las elecciones municipales del año que viene comienza su andadura. Las obras para implantar la supermanzana (superilla) del Eixample comienzan el próximo 16 de agosto. A diferencia de las anteriores, sin embargo, la calle Consell de Cent se estrenará como eje verde. Es decir, en lugar de juntar nueve islas para peatonizarlas, la popular avenida de convertirá en un paseo ajardinado con cuatro plazas en sus cruces con Girona, Rocafort, Comte Borrell y Enrique Granados. El presupuesto asciende a los 48 millones de euros. Con esta actuación, el gobierno municipal dice que está desarrollando «el Plan Cerdà del siglo XXI», según dijo la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz.
Durante el mes de julio se han llevado a cabo trabajos preparatorios para reubicar los principales servicios: se han recolocado las plazas para personas con movilidad reducida, se han incorporado nuevas zonas de carga y descarga y se han reubicado las plazas de estacionamiento de motos y bicicletas.
El próximo 16 de agosto empezarán las intervenciones estructurales. Las obras se implantarán de forma simultánea en diferentes puntos de las cuatro calles que deben transformarse y comportarán cambios destacados en la movilidad, que ya quedará configurada como se prevé en su transformación definitiva.
Cuando empiecen las obras los vehículos podrán circular por las vías afectadas pero solo por un carril. La nueva configuración general de la movilidad en estos ámbitos implicará que los vehículos no podrán realizar dos tramos seguidos por los nuevos ejes verdes y tendrán que girar en cada manzana. El acceso a un eje verde desde una calle transversal implicará la salida por la siguiente calle transversal. En relación a las futuras plazas, éstas ya no podrán cruzarse como hasta ahora, sino que los vehículos se verán obligados a girar.
La actuación quiere convertir unas calles pensadas para coches en paseos ajardinados. Con esta transformación se ganarán 58.000 m2 de espacio público y se multiplicará por 12 el verde de las calles.
En las calles del Consell de Cent y de Girona se retirará el carril bici. Una vez terminadas las obras, será posible el paso de bicicletas respetando la prioridad del peatón. Aunque podrán seguir circulando por el tramo central de ambas calles, habrá carriles bici alternativos: alternativos: en el caso del de Consell de Cent, la alternativa serán los de Valencia y Gran Via y en el caso del de Girona, los de Roger de Llúria y Pau Claris.
Una vez acaben las obras de la supermanzana, los peatones tendrán prioridad total en los ejes verdes y en las cuatro plazas. Los nuevos espacios no tendrán asfalto, añadirán un panot renovado y habrá más vegetación. Los panots de la supermanzana tendrán el mismo diseño que los de ahora, pero serán de material reciclado y poroso para que filtre el agua. En algunos puntos se optará por el granito por identificar equipamientos, lugares singulares o edificios patrimoniales.
Colau, en su día, aseguró que este modelo de ciudad «no es una ocurrencia» y que ya se ha probado con un «éxito rotundo» en la supermanzana de Sant Antoni. A propósito de las críticas que recibió desde Foment del Treball y el RACC, la alcaldesa señaló que la ciudad no puede esperar porque los niveles de contaminación son «insostenibles». «A Foment y al RACC les diría que no tengan miedo, que se sumen a la Barcelona del futuro», afirma. «No podíamos esperar más al Eixample, la zona de la ciudad con el mayor índice de contaminación. Por tanto, no es una opción, debemos actuar», añadió.
El concepto de supermanzana, como agrupación de cuadras dentro de la cual se restringe el tráfico, nació en 2003 en la Agencia de Ecología Urbana dirigida por el urbanista Salvador Rueda. En 2006 se comenzó a hacer realidad en la Vila de Gràcia, que hoy ya dispone de ocho supermanzanas dentro de las cuales todas las calles son peatonales o zonas 30. El gobierno de CiU delimitó cinco supermanzanas más en el resto de la ciudad, entre las que había una en el Poblenou, pero más al norte, rodeada por las calles de Bilbao, Pallars, Llacuna, Tánger y la avenida Diagonal. Pero aquellas supermanzanas no llegaron a cristalizar y el actual gobierno municipal ha renovado la apuesta con la intención de construir al menos cinco. De momento, van tres