España compite para arreglar un mal arranque
► Tuvo la última posesión para ganar a Lituania. Brown y Brizuela, los mejores
El primero de los mandamientos de Scariolo para el Eurobasket que se avecina hace referencia a la intensidad en los dos lados de la cancha. Con Rudy y Willy en Madrid y con Llull vestido de calle en las profundidades del banquillo, si España no se emplea a fondo y se deja llevar como sucedió en los primeros 4:40 en Vilna suceden cosas desagradables. El 19-4 con el que se encontró la selección de salida fue una losa excesiva con toda la vida por delante. Garuba, en su segundo partido, ocupó el lugar de Willy y en apenas siete minutos cometió tres faltas. El resto del quinteto fue el «clásico» con Brown, López-Arostegui, Pradilla y Juancho. Saltaron a cancha, pero jugar jugaron poco, por no decir nada. El base de origen estadounidense estadounidense estuvo como contenido de salida. Deja detalles de lo que es capaz y con las bajas que había debía asumir más responsabilidades. Lo hizo al final y casi la lió. López-Arostegui aportó por primera vez en toda la preparación en la reacción del tercer cuarto. Pradilla y Juancho apenas existieron. España no compitió de salida y cuando lo hizo, en el tramo final, estuvo cerca de remontar.
Los lituanos anotaron los cuatro primeros triples gracias a la permisividad de la defensa española. Sin intensidad, la selección no va a ningún sitio. Con los jugadores habituales de las Ventanas FIBA al menos hubo algo de orgullo.
Con Brizuela y Jaime Fernández en el exterior mejora el color del equipo. Ambos son capaces de amenazar y de fabricarse sus propias canastas. Fue la manera de que la desventaja no fuera a más. Y eso que España sólo fue capaz de anotar 30 puntos en los dos primeros cuartos. Un detalle fue que el único triple (1/7) llegó en un «lanzamiento» que en realidad era un pase de Sima. La baja de Willy era una oportunidad para el resto de interiores, pero no hubo ningún paso al frente.
Los mejores momentos llegaron en el tercer cuarto cuando el equipo compareció con una actitud muy diferente. En ataque aparecieron Brown, López-Arostegui, por primera vez en toda la preparación, y Juancho. Unos minutos de soltura y el marcador se apretó. España empezó a competir y afrontó el último tramo con ganas de discutir (56-53). Con las amenazas de Brown y Brizuela, la selección llegó a situarse a la zaga de Lituania (68-67). La aportación del base y del escolta en el último cuarto fue lo mejor del partido. Brown además de dirigir es capaz de anotar. Y no hay un jugador con la capacidad de Brizuela para amenazar. Entre ambos anotaron 16 puntos en el último parcial y respondieron a la constante aportación de Brazdeikis (16 puntos en los dos últimos cuartos). España se encontró con la última posesión para ganar. Eran trece segundos y Brown se jugó un uno contra uno ante Sabonis. Su lanzamiento no tocó aro y España cayó en Vilna.