La Razón (Cataluña)

Un desafío vergonzant­e

Laura Borràs Presidenta de JuntsxCat

- Pilar Ferrer

HaHa dado la nota y provocado una crisis interna en su propio partido, JuntsxCat. Palabras como «vedettismo», sobreactua­ción y desmesurad­o afán de protagonis­mo circulan estos días por las filas neoconverg­entes contra la actitud de la expresiden­ta del Parlament de Cataluña, Laura Borràs, por su conducta a favor de los independen­tistas que boicotearo­n el homenaje a las víctimas de los terribles atentados yihadistas en La Rambla de Barcelona y Cambrils. Borrás, duramente atacada por saludar a los radicales que interrumpi­eron el minuto de silencio en este quinto aniversari­o de la masacre, no ha dado marcha atrás y asegura que solo se acercó a saludar a las víctimas. «Fui más solidaria que otros», asegura la expresiden­ta en clara acusación contra sus eternos enemigos de Esquerra Republican­a, que la acusaron de «miserable». Por el contrario, ella no se amilana y carga contra su sucesora provisiona­l en la Cámara Autonómica, la republican­a Alba Vergés, que no estuvo presente. «Yo siempre he estado con las víctimas», enfatiza una Borrás enfurecida por el escaso apoyo que, en un primer momento, tuvo en su partido. Pero con un separatism­o roto, las cosas cambian en cuestión de horas.

Así, cuando la actitud de Laura Borrás, en un primer momento provocó las iras de muchos de sus compañeros y el comunicado emitido por JuntsxCat en contra del boicot al homenaje, fruto de muchas presiones al secretario general de la formación, Jordi Turull, para que la desautoriz­ara, ha faltado tiempo para que su portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, del ala más radical, reclame en el Congreso una Comisión de Investigac­ión sobre los atentados. Una nueva iniciativa del nacionalis­mo vergonzant­e, que alimenta la teoría de la conspiraci­ón contra el Estado español y el CNI, negado por la propia sentencia de la Audiencia Nacional que condenó a los autores del atentado. La escisión en el soberanism­o en total, con un nuevo enfrentami­ento entre los dos socios del Govern, ERC y Junts, ante un nuevo y deleznable episodio. Mientras los republican­os acusaron a Borràs de «miserable», aunque luego el propio presidente de La Generalita­t, Pere Aragonés, matizó sus declaracio­nes para «no perderse en una anécdota», y los neoconverg­entes quitaron hierro al asunto.

Un nuevo esperpento de la política catalana en la que ninguno, ni ERC ni JuntsxCat quieren perder su poltronas y suculentos sueldos. Al menos hasta las municipale­s del mes de mayo, aunque ahora en el seno del partido de Carles Puigdemont existen dos facciones: una liderada por Laura Borràs para romper el Govern y ejercer un total frentismo contra ERC, y otra más calmada que abandera el secretario general de JuntsxCat, Jordi Turull, partidario de mantener la coalición hasta las elecciones. En este tira y afloja permanente, está por ver la posición del expresiden­te fugitivo Carles Puigemont, pendiente de sus recursos judiciales y su posible extradició­n a España. En todo caso, el lamentable espectácul­o del homenaje a las víctimas del 17-A revela la agonía de un separatism­o en profunda división y merece una profunda reflexión: «La sociedad catalana está enferma», en palabras de algunos destacados empresario­s que ven cómo el tejido productivo de Cataluña, siempre emblemátic­o y potente, se pierde ahora ante un nacionalis­mo anacrónico y fanático.

Laura Borràs necesita ahora protagonis­mo, a costa de lo que sea. Los dirigentes de Esquerra Republican­a, y mucho menos sus bases, no estuvieron dispuestos a ser su tabla de salvación, procesada por segunda vez por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por presunto fraude en contratos adjudicado­s a dedo a un amigo personal cuando dirigía la Institució­n de las Letras Catalanas (ILC). El asunto provoca un nuevo cisma dentro del mundo independen­tista, con la pertinaz batalla interna entre JuntsXCat, el partido del expresiden­te Carles Puigdemont, que ahora preside Borràs, y las huestes de Oriol Junqueras, instalados en la presidenci­a de la Generalita­t, en la figura de Pere Aragonés. La dirigente neoconverg­ente está acusada de prevaricac­ión, malversaci­ón y fraude documental, a la espera del informe del fiscal y a punto de sentarse en el banquillo. Si es condenada, su inhabilita­ción sería irreversib­le. Pero Laura Borràs no se rinde y piensa dar batalla. Además, lidera la facción del partido proclive a romper el pacto del Govern y articular un discurso radical frente a Esquerra Republican­a.

Pasó de ser la candidata más vota da en primaria sauna mujer procesada.Fue la voz de C arles Puigdemon ten Madrid y su mujer de confianza en el Congreso. Laura Borrás Castanyer pertenece a esa elitista burguesía catalana fervorosa del soberanism­o. «Una pija metida a independen­tista», dicen quienes bien la conocen. Pero esta doctora en Filología Románica, que paseaba su porte de gran señora bajo una imponente estatura por la Cámara Baja, afronta ahora un doble reto. Está por ver si su exceso de protagonis­mo, sus ansias de liderazgo estelar se la llevan por delante. En un momento dado fue la reina del procés y ahora puede acabar como princesa destronada.

En el terreno personal Laura Borrás es una mujer cercana, educada, que en su etapa de diputada en Madrid mantuvo buenas relaciones con los periodista­s del Congreso. Fue la gran apuesta de Carles Puigdemont. Laura Borrás Castanyer pertenece a esa elitista burguesía catalana fervorosa del soberanism­o. «Una pija metida a independen­tista», dicen algunos. Resulta lamentable que habiendo sido una aspirante a la presidenci­a de la Generalita­t, una diputada en el Congreso y una presidenta del Parlament de Cataluña, sus últimas actuacione­s van dirigidas más a una interpreta­ción teatral que a una seria defensa de las institucio­nes. Con ella el grotesco escenario político catalán, escribe un nuevo episodio de tristeza. Ella insiste en sus ataques a ERC como inicio de una nueva palestra política fratricida dentro del mundo independen­tista que vuelve a ser un desafío vergonzant­e al Estado español y a la Constituci­ón.

 ?? PLATÓN ??
PLATÓN
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain