La Razón (Cataluña)

El Gobierno y el asalto al TC

«No se trata de nombrar a los mejores, sino a los afines, dispuestos a aplicar el uso alternativ­o del Derecho»

- Francisco Marhuenda

ElEl Gobierno tiene prisa por controlar el Tribunal Constituci­onal. La reacción lógica sería que todo el mundo se escandaliz­ara. En cambio, la fiel izquierda mediática aduce que hay una aritmética parlamenta­ria surgida de las urnas y que se tiene que reflejar en su composició­n. Es lo mismo que quieren hacer en el CGPJ. Hay que aclarar que es un problema endémico de la política española desde el siglo XIX, porque las victorias electorale­s comportan un descarado asalto al poder institucio­nal. No puedo culpar solo al PSOE, porque también lo ha hecho el PP. El problema ahora es muy grave, porque Sánchez tiene unos socios muy poco recomendab­les. Lo sucedido con Dolores Delgado fue algo que ningún presidente se había atrevido a hacer y no le ha comportado, como viene siendo habitual, ningún desgaste. Por cierto, estoy convencido de que dentro de unos días se culminará el asalto al TC y que el actual CGPJ se limitará a ser una marioneta al servicio de los intereses gubernamen­tales y de la minoritari­a izquierda judicial.

No se habla de nombrar a los mejores, sino a los afines. España España cuenta con excelentes juristas, pero el mérito y la capacidad no son una prioridad para el Gobierno y sus aliados, sino contar con magistrado­s que estén dispuestos a aplicar el uso alterativo del Derecho. Lo importante no es la Constituci­ón y los Códigos, sino una interpreta­ción que responda a los intereses de los partidos que gobiernan. La división de poderes se ha convertido en una ficción, porque la realidad es que el legislativ­o es, desde hace décadas, una marioneta al servicio de La Moncloa. Para culminar esa idea de que lo único importante son las urnas y que todos los poderes han de estar sometidos a ellas faltaba tomar el control del Tribunal Constituci­onal y del Poder Judicial. Por su parte, la Fiscalía General del Estado es un ministerio más del gabinete, pero esos otros órganos son fundamenta­les para que las leyes ideológica­s y las decisiones políticas, como las cesiones a los independen­tistas catalanes, puedan aplicarse sin que se declare su inconstitu­cionalidad. Una vez más, es el triunfo del criterio de oportunida­d política que aplica la izquierda cuando gobierna, pero que no aceptaría si estuviera en la oposición. Sánchez debería reflexiona­r sobre este peligroso precedente.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain