Griezmann, un problema
► Le costará 40 millones al Atlético, pero si no juega una cantidad de minutos estipulada los rojiblancos se ahorran ese dinero. Las dos primeras jornadas de Liga ha sido suplente
Antoine Griezmann se ha convertido en un quebradero de cabeza por la delicada situación económica por la que atraviesan muchos clubes. El delantero francés, referente del Atlético de Simeone durante una época, ha ido perdiendo protagonismo futbolístico desde su fichaje por el Barcelona en 2019. También su imagen se vio dañada desde el famoso vídeo de «La Decisión». Llegó al Camp Nou un año después de decir que «no», lo que generó el recelo de algunos compañeros y muchos aficionados azulgrana; y después, en 2021, regresó al Metropolitano, donde también le esperaron en la grada de uñas por haberse ido
La letra pequeña de su camino de vuelta es lo que está suponiendo ahora un problema. «El FC Barcelona y el Atlético de Madrid han llegado a un acuerdo para la cesión de Antoine Griezmann para una temporada más otra opcional. El conjunto madrileño se hace cargo de la ficha del jugador y tiene una opción de compra obligatoria», decía el comunicado oficial el verano pasado. Pero esa opción de compra obligatoria, que asciende a 40 millones de euros, tiene condicionantes: el futbolista debe jugar al menos la mitad de los partidos en los que está disponible, y para que se cuente como jugado debe participar un mínimo de 30 minutos, algo que es normal que sucediera, pero que de momento no está pasando este curso (el año pasado sí lo hizo en el 80 por ciento de los encuentros). En los dos partidos oficiales de Liga que se han disputado, el francés estuvo en el césped 28 contra el Getafe (marcó un gol) y 28 contra el Villarreal, por lo que en ninguno de los dos casos se ha cumplido la condición. Simeone ha apostado por Joao Félix y Morata como su pareja atacante de inicio, aunque es verdad que la temporada es muy larga y pueden llegar las lesiones o los diferentes momentos de forma. Pero es tentador para el Atlético ahorrarse ese dinero, y más con un futbolista que de momento no ha alcanzado el mismo nivel de su etapa anterior. El año pasado bajó su rendimiento de manera notable. Marcó ocho goles en 36 partidos. El atacante tampoco puede permitirse ahora convertirse en un jugador residual, porque el Mundial de Catar está a la vuelta de la esquina y podría perder su sitio. Cuando Francia se proclamó campeona en 2018 fue una de las piezas clave. Simeone lo dejó claro. «Ojalá siga con nosotros, le aprecio y le quiero. Todo el mundo sabe lo importante que es para el equipo. Ojalá pueda seguir en la línea que tuvo en la pretemporada y en el partido de Getafe», dijo el técnico.
Para complacer al Cholo se buscan soluciones, que podrían ir desde ampliarle el contrato, pero bajarle el sueldo y poder hacer así más llevadero el pago de la cláusula o incluso negociar con el Barcelona una rebaja en esa cantidad, como ya ha sucedido esta temporada con el Aston Villa y Coutinho. El contrato con el conjunto azulgrana dura hasta 2024, por tanto si Griezmann no cumple los minutos pactados el Atlético no tendría que comprarlo y en julio de 2023 volvería a ser barcelonista, con un suelo desorbitado en un club que este curso, por ejemplo, todavía no ha podido inscribir a uno de sus fichajes estrella, Koundé.
Simeone le quiere y se buscan soluciones como bajar la ficha o renegociar la cláusula de compra
En el Barça tiene contrato hasta 2024 y tendría que volver el próximo verano, con un sueldo desorbitado