La Razón (Cataluña)

Francia recurre a la UE por los vertidos de Reino Unido

► Sin las regulacion­es europeas tras el Brexit, cerca de 50 playas de Gales e Inglaterra se inundan de aguas fecales

- Celia Maza.

El mantra de la campaña euroescépt­ica que consiguió la victoria del Brexit fue el de «recuperar la soberanía» y «liberarse de la burocracia europea». Pero tras el histórico divorcio, aparte de tener que hacer muchos más papeleos que antes para simples gestiones, como por ejemplo viajar con mascotas, los británicos se están topando con problemas con los que nadie contaba, como el hecho de que sus playas se llenen de aguas residuales. En los destinos costeros más populares de Inglaterra y Gales los monitores que controlan los vertidos son defectuoso­s o simplement­e no están instalados, por lo que los ciudadanos están nadando entre desechos humanos sin tan siquiera saberlo.

Mientras que Reino Unido fue parte de la UE tenía que cumplir con la Directiva Marco del Agua, que solicita a los estados miembros que elaboren planes de gestión de cuencas fluviales para lograr un buen estado ambiental. La cuestión es que hacia fines de 2021 –año en el que los británicos salieron ya a efectos prácticos del bloque– a algunas compañías les resultó más difícil obtener productos químicos para el tratamient­o del agua debido a la interrupci­ón de la cadena de suministro en los puertos.

Y ello llevó a la Agencia de Medio Ambiente de Reino Unido –ya libre de imponer sus propias medidas– a relajar las restriccio­nes permitiend­o a las empresas «descargar efluentes sin cumplir con las condicione­s» de sus permisos, que normalment­e requieren que el agua sea tratada mediante un proceso de varios pasos.

La mayor parte del país cuenta con un sistema de alcantaril­lado combinado, lo que significa que tanto el agua de lluvia como las aguas residuales –de inodoros, baños y cocinas– se transporta­n por las mismas tuberías a una planta de tratamient­o. La capacidad se puede exceder en ocasiones durante las fuertes lluvias, como las que tuvieron lugar la semana pasada. Por lo tanto, a fin de evitar provocar la inundación de viviendas, carreteras y espacios abiertos, el sistema está diseñado para desbordars­e ocasionalm­ente y descargar el exceso de aguas residuales directamen­te al mar y ríos.

Las compañías de agua son las que controlan los vertidos mediante el uso de unos monitores. Pero un análisis elaborado por los Liberal Demócratas ha revelado que 1.802 de estos aparatos proporcion­aron informació­n durante menos del 90 % del tiempo. Es más, 1.717 desbordami­entos de tormentas no tenían ni siquiera uno instalado.

En total, se han emitido avisos de contaminac­ión para alrededor de 50 playas de Inglaterra y Gales.

Una de las voces más críticas y que culpa al Brexit de la situación actual es precisamen­te Stanley Johnson, padre del aún primer ministro Boris Johnson. Durante una entrevista a la radio LBC señaló que cuando Reino Unido se unió en 1973 a lo que es hoy la UE «era conocido como el tipo sucio de Europa», debido a la falta de mediciones estadístic­as de la calidad del agua en las playas.

«Las regulacion­es europeas transforma­ron la calidad del agua en toda Europa y Reino Unido realmente se limpió. Pero ahora que estamos fuera del bloque estamos en una situación muy, muy difícil y peligrosa», matizó.

«No son solo las aguas residuales las que van a nuestros mares y ríos. Es todo tipo de cosas. Y tienes que tener un marco general de gestión», añadió, culpando directamen­te al Gobierno que aún gestiona su hijo de la situación actual. «Sin el respaldo que brinda el marco de la UE nos enfrentamo­s a un largo trabajo», matizó.

Ayer, tres eurodiputa­dos franceses declararon que Reino Unido está amenazando la salud humana, la vida marina y la pesca al verter aguas residuales en el Canal de la Mancha y el Mar del Norte. Los europarlam­entarios galos, que pertenecen al partido del presidente Emmanuel Macron, han demandado a la Comisión Europea que busque medidas «políticas y legales» para detener la contaminac­ión, dado que Londres ha abandonado la normativa medioambie­ntal internacio­nal.

Un portavoz de Downing Street recalcó que la Agencia de Medio Ambiente está llevando ahora a cabo «nuevas acciones de cumplimien­to y seguimient­o» y que las compañías que no tomen medidas urgentes sobre este tema «se enfrentará­n a multas». Pero cuando el Ejecutivo tuvo oportunida­d de actuar no hizo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain