El Gobierno renuncia a los trasvases para paliar la sequía
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró ayer que los trasvases y grandes infraestructuras para la conducción del agua «ya no tienen sentido» y apuesta en su lugar por sistemas que supongan una «aportación adicional» del recurso «con el menor coste energético posible».
En una entrevista en la cadena de radio RAC 1, la también ministra para el Reto Demográfico se refirió a la situación de sequía que atraviesa España derivada de las sucesivas olas de calor este verano y recordó que la planificación hidrológica ha marcado el trabajo del Gobierno desde junio de 2018. En este sentido, manifestó que a finales de año está prevista la aprobación de los Planes Hidrológicos de las cuencas intracomunitarias y que las administraciones autonómicas trabajan para alcanzar este objetivo.
Infraestructuras
«El agua es un recurso precioso y escaso que debe contemplarse de forma integral», aseveró Ribera, quien subrayó la necesidad de ahondar en las técnicas de «recuperación y reutilización», como la desalinización o la depuración. Según la ministra, estos objetivos son los que orientan la nueva planificación de la gestión del agua y los planes de inversión en infraestructuras, de los que excluyó a las grandes infraestructuras y a los trasvases, excepto cuando se trate de conectar «ángulos muertos» en algunas cuencas.
Lo importante, recalcó la vicepresidenta y ministra, es hacer un «uso más eficiente» de las infraestructuras del agua, que pasa por modernizar las redes de transporte y de distribución tanto en el ciclo urbano como agrícola y por «acabar con esa horrible sensación de que hay una buena parte del agua que aún no se depura en muchos de nuestros núcleos urbanos de menor o de mayor tamaño».