El atentado fallido se convierte en un arma política del peronismo
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queremos que este hecho gravísimo sea utilizado con el objetivo de generar más división, asignar culpables y mucho menos convertirse en una tribuna para atacar a la oposición política, Poder Judicial y los medios de comunicación como lamentablemente venimos escuchando en las últimas horas». El diputado Cristian Ritondo de Propuesta Republicana (PRO), aliado en la coalición Juntos por el Cambio del expresidente argentino, Mauricio Macri, compareció ayer junto a varios compañeros de su bancada en el salón de los Pasos Perdidos para explicar por qué los parlamentarios del PRO abandonaron la Cámara de Diputados durante la sesión extraordinaria para condenar el intento de asesinato contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández Kirchner.
Tras un intenso debate para modificar la resolución de condena presentada por el Gobierno argentino, todos los partidos confirmaron su presencia y su voto favorable. La coalición gobernante Frente de Todos acordó con la oposición modificar la crítica a los «discursos de odio» y la «violencia política» para sustituirlas por una llamada a construir «paz social». La Cámara de Diputados aprobó ayer por unanimidad una resolución que condena el intento de asesinato de Kirchner la noche del jueves cuando Fernando Andrés Sabag Montiel, un hombre de 35 años nacido en Brasil con nacionalidad argentina, tatuado con simbología nazi, apretó el gatillo dos veces apuntando a su cara. Afortunadamente, su pistola Bersa 380 calibre 40 arma no se disparó al no tener ningún proyectil en la recámara de salida. Tras la votación, los diputados del PRO salieron del hemiciclo hacia la rueda de prensa en el salón de los Pasos Perdidos: «Quedarnos en el recinto, volviendo a escuchar lo que escuchamos en las 24 horas previas, no era un aporte a la paz social sino todo lo contrario, era volver a discutir un mensaje que no le hace bien a la sociedad».
El intento de mostrar unidad por parte de la clase política argentina se ha convertido en un tenso debate sobre la utilización política del atentado por parte del Gobierno argentino. El diputado de Avanza Libertad, José Luis Espert, mostró su «más enérgico repudio y preocupación sobre lo sucedido en el domicilio de la vicepresidenta de la nación» pero ha criticado la convocatoria de la sesión: «No entiendo por qué la Cámara de Diputados se encuentra sesionando un día sábado para tratar un hecho de índole policial y que tiene que ser dilucidado por la justicia». Tras escucharse un grito de protesta por las palabras de Espert, la presidenta del Congreso argentino pidió «silencio». Espert continuó: «No hemos sido capaces de sesionar para solucionar los problemas tremendos que tiene la gente a que representamos como diputados». La unidad del viernes fue un espejismo.