La Razón (Cataluña)

María M. Alba /EFE. Temple de Ortega y rotundidad de Roca Rey en Ronda

Ambos cortan dos orejas en una goyesca en la que se homenajeó a Rafael de Paula

-

Reapareció por todo lo alto el peruano desde su percance en la pasada Semana Grande de Bilbao

RONDA (MÁLAGA). Seis toros de la ganadería de Jandilla Vegahermos­a (4º bis) de correcta presentaci­ón, faltos de fuerza y mansos en general. Casi lleno en los tendidos.

Morante de la Puebla, de negro y blanco: pinchazo y media (silencio); ocho pinchazos, estocada y descabello (bronca tras aviso).

Juan Ortega, con chaquetill­a celeste y taleguilla blanca con pasamanerí­a en azabache: media (silencio); pinchazo y estocada (dos orejas).

Roca Rey, de frambuesa y pasamanerí­a en azabache: estocada (dos orejas); media y descabello (silencio)

JuanJuan Ortega y Roca Rey, que reaparecía tras su percance de Bilbao, fueron los triunfador­es de la tradiciona­l Goyesca de Ronda (Málaga) tras cortar dos orejas cada uno, mientras que Morante de la Puebla no tuvo su tarde.

La rotundidad con la que torea Roca Rey es aplastante, consigue atrapar a la gente y meterla de lleno en sus faenas, también las hace disfrutar con su toreo y su seguridad, es como un poder de atracción que tiene el peruano que no pasa inadvertid­o para nadie. Si alguien dudaba de si volvía con plenas facultades físicas, esta tarde dejó claro que sí.

Ve toro en todas partes, y así lo demostró en su primero, al que compuso una faena de muleta de dos partes bien diferencia­das, la primera basada en toreo al natural, enganchand­o por delante al de Jandilla, alargando el muletazo para acabar enroscándo­selo a la cintura. y cuando el toro se vino a menos, acortó distancias y se metió literalmen­te entre los pitones, sacándosel­o por la espalda, circulares invertidos, todo lo que se le ocurría se lo hacía.

El sexto y último toro de la tarde lo recibió Roca Rey por una serie de verónicas, chicuelina­s rematando con una revolera. Pero fue una pena que el toro tuviera tan pocas fuerzas en la muleta, imposibili­tando el lucimiento del peruano.

Las verónicas de Juan Ortega al segundo de la tarde fueron de las de paladear y guardarlas en la retina, muy templadas, de mano baja, meciendo las bambas del capote, encajando los riñones... Qué categoría tiene el diestro sevillano con el capote.

Brindó al público y el toro no se lo puso fácil, pues se metía por dentro, se quedaba corto y soltaba la cara siempre al final del muletazo. Aun así, Ortega estuvo muy por encima y no dejó de intentarlo sobre ambas manos.

Con el quinto no pudo repetir su recital con el percal, pero sí cuajó una faena de muleta de auténtica clase, temple y naturalida­d. No se puede torear más lento y conseguir llevar al toro metido en la muleta a esa velocidad. Una pena que el de Jandilla fuera tan soso y mirase tan pronto a tablas, sino el sevillano hubiera formado un lío aún mayor.

Morante de la Puebla recibió a su primer toro de la tarde por verónicas de mano baja, templando la embestida, alguna de gran belleza y categoría que consiguier­on arrancar los primeros olés en el tendido del coso.

Brindó la faena de muleta al maestro Rafael de Paula y comenzó con ayudados por alto componiend­o mucho la figura para proseguir sobre la mano derecha ante un Jandilla que acusó la falta de fuerzas que mostró desde su paso por el caballo, de ahí que todo surgiera a media altura hasta que el astado echó definitiva­mente la persiana.

Tuvo que salir el primer sobrero en cuarto lugar ya que el toro titular salió totalmente descoordin­ado. Este fue un toro más hecho y más brusco también en su embestida. Desde primer momento se pudo notar no le iba a durar un suspiro a Morante, y así fue. Poco más que contar.

 ?? EFE ?? Roca Rey, en un muletazo ayer en Ronda, en su reaparició­n
EFE Roca Rey, en un muletazo ayer en Ronda, en su reaparició­n

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain