Alonso, la pesadilla de sus jefes
► El asturiano, sexto, brilló en Zandvoort con una remontada. Ganó Verstappen. Desastre de Ferrari perjudicando a Sainz
El español demostró que todavía tiene mucha velocidad, aunque Alpine no quiera verlo
La tormenta desatada por Fernando Alonso al principio de verano cuando anunció su fichaje por Aston Martin ha supuesto una crisis tremenda para el equipo Alpine.
No solo por perderle, sino también por no haber sabido sujetar a su discípulo, Oscar Piastri, que pilotará para McLaren. Lo peor de todo es tener en tus filas a un piloto con muchísima experiencia, con mucha velocidad, que es capaz de todo cuando el coche está más o menos en buena forma… y no haberle dado el suficiente cariño para quedarse dos o tres años. Porque una vez más, Alonso volvió a dejar en evidencia a su compañero Ocon y al propio equipo. El asturiano, en un escenario que no es fácil, fue capaz de remontar desde el decimotercer puesto al sexto, un resultado que incluso pudo ser mejor de no haber salido el coche de seguridad al final.
La relación entre Alonso y Alpine no es la mejor, pero la estructura francesa le necesita más que nunca para seguir sumando puntos. No debe ser muy agradable que el piloto al que no has querido (o has hecho muy poco por retenerle) tengas actuaciones como la de Alonso ayer en Zandvoort. Esta vez, no salió tan bien como el pasado año, pero poco a poco fue remontando y haciendo adelantamientos con mucho riesgo. Fue una ejecución perfecta por parte del asturiano. Al final, una penalización de Sainz le benefició y acabó acabó sexto en la clasificación, algo que le aúpa a la novena plaza de la clasificación general, justo por detrás de su compañero Ocon, del que ya solo le separan siete puntos en el Mundial.
El francés es otro que está sufriendo con la presencia y el rendimiento del ovetense. Que un piloto con 41 años termine por delante la temporada es difícil de justificar. «La verdad es que esperábamos estar en los puntos, pero en la salida me encontré encajonado y pensé que era difícil. Después adelantamos a los AlphaTauri en pista, paramos muy pronto para poner ruedas duras, había que exprimirlas, teníamos un juego de blandas nuevas que nos vino bien, pero luego nos vino mal el coche de seguridad en que todo el mundo paró y tenía nuevas gomas, pero conseguimos aguantar», comentó el español. «Esperaba encontrar una racha seguida de 10 carreras en los puntos en Barcelona y a ver si podemos seguir ampliando la racha a 11 o 12», terminó.
La carrera en los Países Bajos la ganó Max Verstappen después de dar toda una lección de conducción. Eso sí, muy bien dirigido desde el muro de su equipo por la responsable de estrategia, Hannah Schmitz, que debió improvisar y tomar decisiones arriesgadas durante la dos neutralizaciones que sufrió la prueba, ya que Mercedes, con Hamilton, volvió a equivocarse cuando tenía muchas posibilidades de ganar el Gran Premio. De hecho, su compañero Russell acabó segundo por delante de Leclerc, que mostró todas las carencias del Ferrari y su falta de ritmo en carrera a pesar de que en la clasificación estaba muy igualado con el Red Bull.