En contra de desjudicializar el «proces»
► Critica que Iglesias viera «humillante» para España la negativa a entregar a Puigdemont
En su intervención, Lesmes tampoco pasó ayer por alto uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado el poder judicial durante su mandato: el desafío soberanista en Cataluña. Y lo hizo al hilo de las voces que, desde el Gobierno, promueven una progresiva progresiva «desjudicialización» de la respuesta judicial al pulso independentista en Cataluña en 2017. Así, el presidente del Tribunal Supremo lamentó que se hable «sin rubor alguno de la necesidad de huir de los jueces que garantizan la aplicación de la ley como fórmula de solución pacífica y ordenada de las controversias, como si fueran éstos los que hubieran provocado los conflictos con sus actuaciones en defensa de la legalidad».
En esa misma línea, advirtió de que con ese planteamiento «existe el riesgo» de que «lo que se acabe produciendo» sea «una huida de la ley o, lo que es más grave aún, del principio de igualdad en la aplicación de la ley a todos los ciudadanos». De hecho, puso en valor «la fortaleza de nuestro Estado de Derecho» ante el desafío soberanista «y la actuación posterior de los jueces a raíz de las querellas presentadas por la Fiscalía General del Estado», una respuesta que –resaltó– sirvió «para preservar nuestra convivencia y garantizar la primacía de nuestra Constitución».
Lesmes también censuró las «desafortunadas» críticas a la Justicia española del exvicepresidente Pablo Iglesias (al que, sin embargo, no se refirió expresamente) tras los pronunciamientos de las Justicia belga y alemana en contra de la entrega de Carles Puigdemont y de los exconsellers huidos. «Descalificó a la Justicia española, afirmando la existencia de una supuesta humillación, en relación con la interpretación y aplicación de la Orden Europea de Detención y Entrega realizada por el juez instructor en un caso por todos conocido», dejó constancia saliendo en defensa del juez Pablo Llarena.
«Tal vez ignoraba aquel dirigente político al realizar tan desafortunadas declaraciones –le recordó–que el Derecho Europeo se interpreta en última instancia y con carácter vinculante por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea».