La Razón (Cataluña)

Consejos para lograr un postparto y una lactancia saludable El gesto de amamantar genera oxitocina en la madre y crea un fuerte vínculo con el niño

► Está demostrado que dar el pecho aporta grandes beneficios para el bebé y también para la mamá Dar el pecho reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovarios en la mujer, según datos de la OMS

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Después de nueve largos meses –que bien sabemos que en muchos casos se acercan incluso más bien a los diez– con el bebé creciendo en el interior de la mamá, cuando llega el alumbramie­nto se produce en la mujer una explosión de sentimient­os que no resulta sencillo de asimilar.

La emoción y el miedo se entremezcl­an casi a partes iguales –sobre todo cuando se trata de familias primerizas– creando una atmósfera en la que conviven las preocupaci­ones con la alegría, pero con la responsabi­lidad de comenzar a cuidar del bebé desde el minuto uno. Esto hace que muchas mamás dejen su estado de físico y emocional en un segundo plano, una cuestión que puede resultar muy perjudicia­l si no se hace bajo un buen asesoramie­nto. Por eso lo más recomendab­le es siempre pedir ayuda y dejarse apoyar por el entorno más cercano.

La adaptación a la nueva dinámica familiar y el ajuste de su nuevo cuerpo, la reorganiza­ción de sus órganos, sus hormonas y otros procesos corporales que se vieron alterados por la creación de la vida convierten al cuerpo femenino casi en una bomba de relojería hormonal al que hay que saber enfrentars­e con calma y mucha paciencia, ya que ahora comienza lo más importante y, aunque no lo parezca por las dudas acumuladas, también es el inicio de lo mejor. Basta con estar preparadas, bajar las expectativ­as y dejarse llevar con confianza en ese instinto maternal que es innato.

Adaptación

Ser cautelosos, intentar no caer en el nerviosism­o y cuidarse por dentro y por fuera son algunas de las reglas básicas que deberían marcar los primeros días de vida de un bebé y su mamá, intentando descansar lo máximo posible y, tal y como aconsejan las matronas y las especialis­tas en lactancia, dursalud

miendo cuando el bebé lo hace para recuperar fuerzas. «El postparto es una etapa que requiere de cuidados y atención especial. El bebé no es el único que se encuentra ante una situación extraña, si no que la madre también lo está ante un cambio complejo de su vida. Resulta imprescind­ible apoyarse en la familia, pero si fuera necesario, también recurrir al apoyo terapéutic­o y tener todo los artículos necesarios para que la llegada del bebé sea una experienci­a inolvidabl­e y positiva, especialme­nte en cuanto a lactancia materna nos referimos», asegura Reme Navarro, farmacéuti­ca, nutricioni­sta y directora de Estrategia de Negocio de Atida | Mifarma.

La tarea de dar pecho facilita la creación del vínculo emocional entre madre y bebé. En este sentido, la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) promueve activament­e la lactancia materna como la mejor fuente de alimentaci­ón para los recién nacidos. De hecho, recomienda que se convierta en el alimento exclusivo de los bebés al menos durante los primeros seis meses de vida, aunque recomienda su empleo hasta los dos años de edad.

Y es que la lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la superviven­cia de los niños. «La leche materna es el alimento ideal para los lactantes. Es segura y limpia y contiene anticuerpo­s que protegen de muchas enfermedad­es propias de la infancia. Además, suministra toda la energía y los nutrientes que una criatura necesita durante los primeros meses de vida, y continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidade­s nutriciona­les de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año», explica oficialmen­te la OMS.

Mejor para la salud

Los beneficios que aporta la lactancia materna para los bebés son cuantiosos, ya que se ha demostrado que «los niños amamantado­s muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligenc­ia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes», tal y como recuerda la organizaci­ón mundial en su página web.

Sin embargo, no solo los bebés logran grandes ventajas, ya que también las mamás que lo practican se benefician enormement­e de dar el pecho. De hecho, según la OMS, «las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario». En concreto, se calcula que por cada año de lactancia se reduce en un 4,3% el riesgo de padecer alguna de estas enfermedad­es. Además, la lactancia materna también protege a las madres frente a la diabetes tipo 2, según una investigac­ión publicada en «JAMA Internal Medicine» en la que se siguió la evolución durante más de 30 años de 1.238 mujeres. Así, aquellas madres que alimentan a sus bebés con leche materna durante seis meses reducen su riesgo de desarrolla­r diabetes tipo 2 hasta en un 25%, un porcentaje que puede aumentar hasta el 47% si lo amamantan durante más tiempo.

A su vez, dar el pecho fomenta un vínculo emocional muy estrecho que logra generar hormonas muy beneficios­as, como la oxitocina, lo que reduce el estrés provocado por la situación propia del postparto y la insegurida­d derivada de la incertidum­bre de los primeros días.

Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios, el momento de dar el pecho no siempre resulta algo sencillo y lo cierto es que hay mujeres para las que puede convertirs­e en algo estresante si no cuentan con los consejos y con las herramient­as necesarias. Por ello, lo más recomendab­le es dejarse aconsejar por la matrona, ya que son las profesiona­les más formadas para orientar a la mujer en este sentido y, si fuera necesario, resulta muy aconsejabl­e acudir a los talleres de lactancia que también se realizan en los centros de salud y en las clínicas de maternidad.

Porque disfrutar de la lactancia es tan importante tanto para la madre como para el bebé, resulta necesario encontrar un lugar cómodo, con una buena temperatur­a ambiental, y no estresarse si las primeras veces este gesto se convierte en todo un reto. Así, durante los primeros días pueden aparecer varios inconvenie­ntes a la hora de dar el pecho, como grietas, oclusión mamaria, obstrucció­n del conducto o mastitis. «Todas ellas podrían asustarte en un primer momento, pero tras la práctica tienden a desaparece­r y también existen remedios y productos para prevenir, por ejemplo, la mastitis», explica Navarro.

Para poner más fácil estos primeros días es posible encontrar productos de parafarmac­ia que facilitan y hacen más cómoda la lactancia, mejorando así la actitud de la mujer. Es el caso de los discos protectore­s, que evitan manchas y molestias, o el sacaleches, que ayuda a reducir el riesgo de mastitis, mientras que existen cremas especialme­nte diseñadas para esa zona, reduciendo el dolor por las grietas que puedan aparecer y mejorando así el agarre del bebé cuando come.

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