SOS de la industria, que se ve obligada a parar su actividad
► El Gobierno anunció esta semana la extensión a las plantas de cogeneración de la compensación al tope del gas
Ferroatlántica, Acerinox, ArcelorMittal, Azuliber, Seat .... son solo algunos ejemplos de cómo la crisis energética está golpeando fuertemente a la industria. Y es que si los altos costes de la energía están poniendo en un brete a las familias, la situación para las empresas es de extrema gravedad, ya que una factura de luz disparada puede suponer para muchas de ellas un certificado de defunción.
Las compañías más afectadas son, claro está, las que requieren de consumos más altos para su producción. Varias de ellas han retomado el curso anunciando medidas drásticas, que pasan por paros acompañados de Ertes, ante una factura de la luz desbocada que hace inviable, de momento, el mantenimiento de su actividad.
Estos anuncios, que se están produciendo incesantemente desde que se inició la crisis, pero que ahora se están intensificando, pueden ser el solo el aperitivo de lo que se avecina a partir de este otoño. Y es que, ante la actual coyuntura, producir les hace perder dinero.
Una situación insostenible para estas industrias, especialmente dependientes de la electricidad y del gas, que ven cómo los energéticos ya suponen el 75% de sus costes totales.
Hasta tal punto ha llegado la situación que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha visto forzado esta semana a anunciar en el Senado medidas extraordinarias, como que el Ejecutivo extenderá a las industrias de cogeneración la compensación del tope del gas. De esta manera, se pretende a aliviar a sectores como el papelero, cerámico, textil, refino, químico, alimentario o el del automóvil.
El 20% del PIB industrial del país se fabrica con esta energía, que supone el 11% de la generación de electricidad nacional y que utiliza el 20% del consumo total de gas en España. En nuestro país existen unas 600 plantas de cogeneración asociadas a empresas de diversos sectores, según datos de la Asociación española de cogeneración (Acogen). Este mecanismo permite producir calor y electricidad al mismo tiempo. Aunque se abastece también de gas, es un 30% más eficiente que el ciclo combinado.
A la espera de que la situación se reconduzca, las industrias están al límite. Azuliber, la filial del Grupo Pamesa, especializada en la fabricación de arcilla, anunciaba a la vuelta de las vacaciones un parón total de su actividad, así como de sus plantas de cogeneración, que se verá acompañado de un ERTE que afecta a 117 trabajadores. Y es que tal como aseguró el presidente de Pamesa, Fernando Roig, que el coste atomizado de una tonelada de arcilla se haya incrementado un 1.047% hace imposible continuar con la actividad.
También Ferroatlántica comunicó el pasado 30 de agosta a la plantilla de la fábrica de Boo de Guarnizo, en Cantabria, que suspendía de forma indefinida la actividad de los dos hornos que tenía en funcionamiento, a la espera de un abaratamiento del precio de la energía.
Idéntica situación se ha repetido en Acerinox. La multinacional dedicada a la fabricación de aceros inoxidables también ha puesto en marcha un ERTE en la factoría de Los Barrios (Cádiz) que afectará a un total de 350 trabajadores.
También ArcelorMittal negocia un expediente de regulación de empleo temporal con los sindicatos ante la parada del Horno Alto A de su factoría en Asturias a finales de septiembre.
Desciende el consumo
Estas compañías se enfrentan a una coyuntura sin precedentes. Este deterioro se evidencia, además, en un notable descenso del consumo energético (hay que tener en cuenta que este segmento representa casi la cuarta parte del consumo total). El Índice de Grandes Consumidores de Gas (IGIG), elaborado por Enagas, revelaba que el pasado mes de julio se produjo un descenso de la demanda del 32%.
Habrá que esperar, pues, a conocer qué efecto tienen las medidas que se han tomado en relación a la industria de cogeneración, y si estas son suficientes para que puedan retomar su actividad con cierta normalidad.