Francia abusa de Polonia
► Los galos vuelven a una final del Eurobasket nueve años después
Nueve años después Francia vuelve a la final del Eurobasket. En 2013 la generación liderada por Tony Parker terminó por levantar el oro que tanto tiempo llevaba persiguiendo y que casi siempre España se encargaba de impedir. Al presente torneo llegaban como aspirantes a todo y han confirmado su candidatura con un partido que nada ha tenido que ver con el resto de su torneo. Los «bleus» no tuvieron rival en Polonia. Después de superar los octavos y los cuartos agonizando, los galos arrasaron con la sorpresa del campeonato. La resistencia de Polonia fue nula como si la hazaña ante Eslovenia les hubiera dejado con el depósito vacío. Con 18 puntos sumados antes del descanso y 36 al final del tercer cuarto no hubo partido.
Entre los cuatro supervivientes en el Eurobasket, el jugador NBA con más peso en Estados Unidos es Rudy Gobert. El pívot francés se ganó hace dos años un contrato de 205 millones de dólares por cinco temporadas con los Jazz de Utah. Ser un 2,15 y un muro defensivo se paga muy bien en Estados Unidos. En los cuartos ante Italia fue un factor decisivo en el tramo final y en la prórroga. En la semifinal generó toneladas de pánico en el ataque polaco. No es que sus números fueran escandalosos –6 puntos, 6 rebotes y 3 tapones en 18:57–, pero provocó que los de Polonia sí lo fueran. Después de cargarse a Doncic y compañía, los polacos se encontraron asfixiados por la defensa francesa comandada por Gobert. Solo fueron capaces de anotar 9 puntos en el primer cuarto; sumaron otros 9 en el segundo y en el ecuador del tercer periodo al menos alcanzaron el promedio de punto por minuto. Triste consuelo, aunque bastante habían hecho ya los polacos colándose entre los cuatro mejores.
Vincent Collet se pudo permitir el lujo de pasarse media semifinal pensando en la final de mañana. Porque a la defensa de los «bleus» se sumó el Yabusele más productivo del campeonato. El ala-pívot del Real Madrid antes del final del tercer cuarto ya sumaba 22 puntos, con solo tres errores en el lanzamiento, y cuatro rebotes en 22:49. Fue la prueba más evidente de la superioridad gala que durante demasiados minutos pareció un abuso. Y eso que un partido más demostraron que lo de cuidar el balón no va mucho con ellos. Polonia fue incapaz de aprovechar las 16 pérdidas. Una cifra que contrastó con los soberbios porcentajes de tiro: 68 por ciento en tiros de dos y 58 en triples. Un abuso.