Zelenski exige a la ONU juzgar la guerra de Putin Vanessa Jaklitsch. WASHINGTON
► Erdogan aboga por la retirada de Rusia de las zonas ocupadas. La 76º Asamblea General se centra en el conflicto armado
La inauguración de la primera jornada de la 76º Asamblea General de Naciones Unidas arrancó con el histórico intercambio de declaraciones de manera presencial, después de dos años de reuniones virtuales debido a la pandemia de coronavirus. El conocido coloquialmente como UNGA (por sus siglas en inglés) obligaba a Nueva York a colgar por todas partes el cartel de «completo». Ya dentro de sus emblemáticas instalaciones, el septuagésimo sexto período de sesiones de alto nivel arrancaba con las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Bajo el título «Un momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos interrelacionados», la guerra de Ucrania y la inestabilidad económica son los temas centrales de este año junto a la inflación mundial, el medioambiente y la crisis global de alienergéticos». mentos. Ucrania acude a esta edición de la ONU como gran protagonista de las discusiones. Kyiv va a presionar para que la organización investigue los crímenes de guerra cometidos por los rusos en su país con el objetivo de que sean juzgados ante un tribunal como el de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial. Desde Nueva York, el principal asesor del presidente ucraniano apuntó que «un tribunal debería investigar las atrocidades» de Moscú.
Zelenski cuenta con gran apoyo. La condena de líderes mundiales reunidos en la capital de mundo no se hizo esperar. Estados Unidos, en boca de su secretario de Estado, Antony Blinken, denunció que «no puede haber ninguna razón para lo que ocurrió allí. En el mejor de los casos fue indiscriminado, en el peor fue intencionado». Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, condenó las «atrocidades» de Rusia en Ucrania «en los términos más «Estamos muy a favor de que los rusos rindan cuentas por lo que han hecho», adelantó Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, a «Politico» pocas horas antes de dar comienzo UNGA. «Y dado que Rusia y Ucrania no forman parte de la Corte Penal Internacional, tal vez sería una buena idea buscar una jurisdicción especial», añadió.
Así, el Gobierno de Volodimir Zelenski pretende utilizar la cita mundial de la ONU como una ventana de oportunidad para impulsar dicha investigación. El descubrimiento de más de 450 cuerpos enterrados con las manos atadas a la espalda en fosas comunes en Izum la semana pasada demuestra la idoneidad de este proceso, sostienen fuentes ucranianas. El Gobierno de Kyiv ha acusado a Rusia de ser un «patrocinador estatal del terrorismo». Para Zelenski hay evidencias de tortura que deberían llevar a Putin a responder ante la Justicia internacional.
Con Ucrania como telón de fondo y de forma, las primeras palabras del secretario genera de la ONU fueron destinadas a alertar de que «nuestro mundo está en graves problemas y los desafíos se esparcen rápidamente».
Y es que la unión entre grandes potencias, también en esta cita mundial, brillaba por su ausencia: ni el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ni el de China, Xi Jinping, han viajado para asistir al trascendental encuentro de Nueva York. En su lugar, decidían enviar a sus ministros de Exteriores como muestra evidente de las tensiones extendidas por el conflicto bélico en Kyiv, así como el –hasta ahora– diplomático en Taipéi.
Quien sí acudió fue el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En una entrevista previa a su discurso en la Asamblea General, se mostró partidario de que Rusia abandone los territorios ocupados en Ucrania para poner fin al conflicto armado. «Si ha de lograrse la paz en Ucrania, por supuesto que la devolución de la tierra invadida será muy importante. Esto es lo que se espera. Es lo que se quiere. Putin ha dado determinados pasos», señaló el mandatario, quien sugirió que el presidente ruso está dispuesto a firmar un alto el fuego. E insistió en que «las tierras invadidas deben ser devueltas a Ucrania». Como marca la tradición, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue el primero en intervenir en el plenario y no desaprovechó la ocasión para cargar contra su rival en las elecciones, Lula da Silva.