Pruebas para detectar cáncer de mama desde los 45 años
► La Comisión Europea urge a ampliar el rango de edad para mejorar la detección precoz de esta enfermedad
La Comisión Europea considera que muchas muertes por cáncer podrían evitarse si las autoridades nacionales europeas promovieran la detección precoz. Por esa razón, el Ejecutivo comunitario emitió ayer una serie de recomendaciones para ampliar los grupos de población que se someten a revisiones y mejorar también los tipos de pruebas que se realizan. El último documento de esta clase se publicó en el año 2003 y, desde entonces, hay evidencias científicas que muestran la necesidad de adelantar la edad a la que se realizan algunos test.
Entre los consejos de la Comisión Europea se encuentran incluir a las mujeres de entre 45 a 74 años en las pruebas para detectar cáncer de pecho (frente a la recomendación actual de entre 50 y 69) y utilizar resonancias magnéticas para aquellas con mamas especialmente densas. También pide priorizar a las mujeres de entre 30 y 65 años en la detección del virus del papiloma humano, con test cada cinco años, teniendo en cuenta si han sido vacunadas. También solicita pruebas inmunoquímicas fecales para los pacientes de entre 50 y 74 años, con el objetivo de hallar cáncer colorrectal, en vez de los más extendidos análisis de sangre oculta en las heces que después pueden desencadenar en una colonoscopia.
Test de próstata hasta los 70
Además, Bruselas también cree que deberían realizarse chequeos para los fumadores y ex fumadores de entre 50 y 75 años que han abandonado este hábito en los 15 años anteriores y que han consumido unos 20 cigarrillos al día durante 30 años y test específicos sobre la próstata y resonancias magnéticas para los hombres de hasta 70 años. En aquellos países con una gran incidencias de cánceres gástricos y muertes asociadas. el Ejecutivo comunitario considera asimismo que deberían realizarse pruebas para detectar la bacteria helicobacter pylory.
Aunque las competencias en materia sanitaria del Ejecutivo comunitario siguen siendo escasas, el plan presentado ayer quiere asegurarse de que el 90% de la población europea dentro de las categorías antes mencionadas de cáncer de pecho , cervical y de colon reciba una citación médica para some periódicas terse a una revisión para el año 2025. Según los cálculos de la Comisión Europea, estos nuevos requisitos cubren el 55% de los nuevos casos detectados cada año. En el año 2020, se calcula que 2,7 millones de personas fueron diagnosticadas con cáncer y más de 1,3 millones acabaron muriendo.
Sistema de vigilancia
Para que estas recomendaciones no queden en saco roto, Bruselas también propone un sistema de vigilancia por el que las autoridades nacionales deberán informar a la Comisión Europea sobre los progresos en este tipo de pruebas tres años después de que se adopte esta recomendación y, después, cada cuatro años. Según los avances en dicho terreno, la Comisión Europea valorará los siguientes pasos.
«Cuanto antes se detecte el cáncer se puede conseguir una gran diferencia a la hora de incrementar las opciones de tratamiento y salvar vidas. Para esto, necesitamos aumentar las pruebas de cáncer en la UE. Hoy, demostramos una vez más nuestro compromiso para luchar contra el cáncer de manera decisiva y colectiva», aseguró el vicepresidente del Ejecutivo comunitario Margartis Schinas.
Aunque Bruselas sigue teniendo pocas competencias en materia sanitaria y la mayoría siguen recayendo en las autoridades nacionales o regionales, la pandemia del coronavirus ha demostrado la necesidad de avanzar en este terreno.
Además, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha hecho de la lucha contra el cáncer una de sus prioridades de su mandato, ya que cuando era niña una de sus hermanas acabó falleciendo por esta enfermedad con tan solo 11 años, lo que dejó a la familia destrozada. Según los cálculos actuales, la mitad de los ciudadanos de la Unión Europea acabarán sufriendo un cáncer a lo largo de la vida.
Para poder cumplir estos objetivos de mejoras en la detección, Bruselas ha puesto a disposición en el presupuesto europeo 38,8 millones de euros dentro de su programa sanitario y otros 60 para investigación. Además, la Comisión Europea propondrá financiación adicional para el año que viene. Asimismo, los Estados europeos tienen la opción de utilizar el dinero de los fondos de cohesión para este cometido.