La extraña huida de Carlsen
► El noruego se niega a competir con el joven Niemann y desata todos los rumores
Magnus Carlsen ha sido y es una de las grandes sensaciones en el ajedrez, pero estos días se ha convertido en el hombre que ha puesto del revés este deporte con una serie de acciones y de silencios a los que es complicado encontrar explicación. La «culpa» de su manera de actuar es del joven Hans Niemann, de solo 19 años, que le sorprendió en la Copa Sinquefield de San Luis hace unos días y que fue el motivo de que Carlsen se retirara. Después, no ha querido enfrentarse contra él esta semana. Es decir, sí se enfrentó, pero tras su primer movimiento con negras, Carlsen dijo que no seguía, que le diesen por perdedor de la partida: «Perder a propósito es una conducta totalmente inaceptable. Es lo más antideportivo que puedes hacer en una competición», le criticó el comentarista noruego Jon Ludvig Hammer, que trabajó con él. No es el único que lo ha hecho. Ahora pocos entienden lo que está haciendo Carlsen. En su primer encontronazo con Niemann, Carlsen tiró la piedra y escondió la mano, es decir, aseguró que no quería hablar más de lo que había pasado en esa partida porque podía meterse en problemas y dejó, así, que los rumores se desatasen. Desde los más lógicos hasta los más disparatados, como el que empezó Elon Musk hablando de bolas anales vibradoras que le servían a Niemann para recibir información de fuera. Un rumor que ha volado literalmente en las redes sociales.
Así, Niemann, que empezó siendo el sospechoso, ha acabado convirtiéndose en la víctima. A su favor juega su sinceridad. Ha reconocido en Chess.com que cuando era un poco más joven sí que hizo trampas, pero que nunca lo había hecho en una partida presencial, y cuando le preguntaron cómo había conseguido sorprender a Carlsen en la Copa Sinquefield simplemente dijo que había sido afortunado.
Los jugadores de ajedrez, los grandes maestros, son racionalistas y buscan la explicación más lógica antes de dejarse llevar por la imaginación o por el tremendismo. Y Carlsen no les da nada, sólo silencio y despropósitos. «No profundizaré en las feas insinuaciones del asunto ahora, pero debo comentar lo que sí sabemos: el campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen se retiró del torneo más importante del mundo en St. Louis, un acto sin precedentes en los últimos 50 años, y se requiere su explicación», escribió en las redes sociales Kasparov, muy indignado con el tema. «Su retirada fue un golpe para los aficionados al ajedrez, sus colegas en el torneo, los organizadores y, mientras los rumores y la publicidad negativa se arremolinan en el vacío, para el juego», continuó.
El español Miguel Illescas, por su parte, explicó en un didáctico vídeo de youtube lo que probablemente pasó en la primera y polémica partida: ese mismo día alguien estuvo revisando en Chess.com los movimientos que luego se dieron. Si fue Niemann, tuvo mucha suerte, porque la partida se desarrolló como había previsto y nada le sorprendió. Y si fue alguien del equipo de Carlsen que estaba haciendo pruebas, entonces es imperdonable su indiscreción.
Sea lo que sea, Magnus Carlsen, en vez de afrontarlo, sigue huyendo.