Ucrania ve signos de debilidad en el refuerzo de tropas
► La mayoría de ucranianos en las zonas ocupadas no sabe cuándo se celebrarán los referéndums
Desde Ucrania el llamamiento a la movilización que ha hecho el presidente Vladimir Putin se interpreta como un intento del Kremlin por azuzar el miedo entre las tropas ucranianas y entre sus socios occidentales. «Rusia se ha estado movilizando durante meses», respondió el presidente Volodimir Zelenski durante una entrevista con el periódico alemán «Bild». Zelenski minimizó la amenaza vertida por el jefe del Kremlin sobre el despliegue de armas nucleares, pero no pudo descartar por completo este escenario porque «nadie sabe lo que está pasando dentro de su cabeza».
El portavoz del Gobierno ucraniano, Sergiy Nikiforov, sugirió que el llamamiento a la movilización supone un reconocimiento del fracaso del Ejército ruso sobre el terreno. Afirmó que Rusia depende cada vez más de la «violencia y la represión» dentro del país. Y advirtió que la medida era «antes que nada, una tragedia para el pueblo ruso» que ahora será enviado a luchar donde los «mercenarios» y «bandidos» han fallado Según el asesor del jefe de la oficina presidencial en Ucrania, Oleksiy Arestovich, la movilización de 300.000 reclutas apunta que las pérdidas de Rusia en Ucrania podrían haber sido «más que enormes», probablemente más de 100.000 y más cerca de 150.000 muertos y heridos. Arestovich sostiene que el fracaso se ha producido por haber enviado a soldados sin experiencia militar; mal equipados y mal entrenados. Advierte de que se podrían convertir en una amenaza para el «régimen de Putin» porque a medida en que la población rusa comience a sentir de cerca los efectos de la guerra crecerá el malestar social contra sus gobernantes. También descartó los temores de que Rusia emplee armas nucleares en Ucrania: «¿Por qué llamarían a una movilización, si de hecho se estaban preparando para usar las armas nucleares?».
Los analistas militares ucranianos sugieren que es poco probable que los nuevos reclutas cambien la tendencia en el campo de batalla, ya que les llevaría meses equiparse y entrenarse mientras el Ejército ruso comienza a sentir el déficit de equipo militar moderno. Mykola Bielieskov, de la ONG «Come Back Alive» en Ucrania, dice que en el mejor caso para los rusos, los 300.000 nuevos soldados podrían ser suficientes solo para repeler la ofensiva ucraniana, pero no podrían atacar. La inteligencia militar ucraniana sugirió anteriormente que Rusia se estaba preparando para la defensa a lo largo de gran parte de la línea del frente con Ucrania quien mantiene la iniciativa. Hasta ahora, solo han continuado ataques esporádicos en la provincia de Donetsk, mientras que las tropas rusas luchan por contener la continua ofensiva ucraniana en otros lugares. Las autoridades ucranianas de los territorios ocupados del sur y este del país han instado a los locales a evitar participar en los referéndums que se espera se celebren entre el 23 y el 27 de septiembre en cuatro regiones ucranianas parcialmente ocupadas.
El alcalde de la ciudad de Melitopol, Ivan Fedorov, advirtió que la ciudad corría el riesgo de convertirse en una zona gris y dijo que era peligroso para los lugareños permanecer allí. Afirmó que es probable que los hombres locales se conviertan en «carne de cañón», ya que algunos funcionarios en Rusia ya han sugerido que la movilización debería comenzar con los ucranianos.