Club Editor recupera los diarios de Virginia Woolf
► Llega en catalán una edición de uno de los textos más importantes de la gran escritora
Uno de los títulos más importantes de la literatura inglesa del siglo XX llega a las librerías en catalán. Club Editor lanzó ayer una nueva selección en catalán de los diarios de la escritora británica Virginia Woolf que siguen un orden cronológico y muestran la «visión» del día a día de la autora así como de su vida social y literaria.
La editora del volumen, MariaArboç Terrades, remarca que se trata de una selección distinta a la que hizo el marido de la autora, Leonard Woolf, diez años después de la muerte de su mujer.
El antólogo, autor del prólogo y de la selección de los textos, Gonzalo Torné, ha concretado que cada entrada de la selección se reproduce en su totalidad y el tiempo es el de una vida que transcurre entre 1915 y 1942 en el marco de una obra que busca «reproducir el objetivo inicial» de la autora.
Torné reivindica que se trata de un libro que no existe ni en la literatura castellana ni en la francesa: una antología de los dietarios de Woolf que sigue un orden cronológico y busca que se pueda leer como una novela.
El antólogo consider que se han seleccionado aquellos pasajes «más suculentos» desde el punto de vista histórico, social y literario evitando repeticiones y pasajes menos trabajados y ha destacado textualmente que la autora no podía evitar ser inteligente en sus escritos.
La escritora y traductora de la obra, Carlota Gurt, asegura que un diario no es una obra trabajada, es una obra que muestra la «mirada en sucio» de la autora, desnuda, con una franqueza que no utiliza ni con su pareja. «No deja de ser un espectáculo un poco pornográfico esto de los dietarios», bromea Gurt, que asegura que en el libro se observan todas las contradicciones de la autora, sus obsesiones y cómo nacen sus ideas, entre otros.
La autora de títulos clásicos como «Una habitación propia», «Al faro» u «Orlando» empezó a escribir su diario en 1915 con el objetivo de acumular material para una autobiografía, disciplinarse como escritora porque tenía una vida social «muy agitada» y recoger inquietudes artísticas, detalla Torné.
La autora perseveró en este proyecto hasta su muerte a lo largo de tres décadas e incluyó reflexiones sobre la literatura así como lo que pensaba de rivales, amigos y periodistas, entre otros, explica Torné. Sobre la selección que hizo su marido, los responsables de esta edición señalan que excluyó el material íntimo y todo aquello que estuviera relacionado con sus amistades para concentrarse en las anotaciones de la escritora.
En cambio, en esta selección se incluye las relaciones con sus amistades, que Torné ve «muy divertidas» porque va cambiando de opinión a medida que conoce a la gente, así como su vida íntima y la de su matrimonio.
Los altibajos también están muy presentes y se observa todo el proceso de caída, el «agujero negro del desánimo» en el que se encontraba al final del diario y las reflexiones sobre el suicidio como posible respuesta, explicado Gonzalo Torné.
La edición difiere de la selección de textos que realizó Leonard Woolf tras la muerte de su esposa