Dos fallos de campeonato José Manuel Martín.
► Bagnaia, al que le pudo su ambición, y Aleix Espargaró, condenado por un error de su equipo, dan aire al líder Quartararo en MotoGP
En el box de Ducati no sabían si reír o llorar. Y más bien hacían lo segundo, porque la victoria, por goleada, de Jack Miller en el GP de Japón era una buena noticia, pero muy pequeña en comparación con el error garrafal que cometió Bagnaia en la última vuelta, cuando intentaba quitarle un punto a Quartararo y al final lo que hizo fue perder ocho. Aplaudía el italiano irónicamente cuando se levantó del suelo, criticándose a sí mismo, como confirmó después. «He cometido un fallo que no se puede tener. La he cagado. Mi ambición me ha podido», reconocía. No ponía ninguna responsabilidad en Bastianini, su compañero de escudería, con el que tuvo otra batalla cuerpo a cuerpo, aunque esta vez no con el podio en juego como en Motorland. Perdió su modo zen Pecco por unos minutos, porque su fallo es de los que cuestan campeonatos y rompe la inercia positiva que llevaba en las últimas carreras.
Su fallo hizo que el ganador moral fuese Quartararo, con un octavo puesto sufrido, pero que le sabe a victoria después del cero de sus dos competidores por el título. Porque si Bagnaia no pudo terminar, Aleix Espargaró tuvo su drama antes incluso de empezar y se quedó por primera vez en lo que va de curso fuera de los puntos. Su día se arruinó muy temprano, en la vuelta de calentamiento, cuando empezó a llevarse las manos al casco. Algo sucedía y era que su moto tenía un problema electrónico y no aceleraba. Tuvo que salir desde el pit lane con la segunda Aprilia y su remontada se quedó justo en la frontera de los puntos. Fue el primero que no sumó (16º), así que vuelve a alejarse de ese liderato que tanto le ilusiona. Le condenó un error de su equipo, que se olvidó de quitar el mapa económico que se utiliza durante la vuelta de formación para ahorrar combustible. Con esa configuración, la moto no pasa de 80 kilómetros por hora y el piloto no puede hacer ese cambio. Sus rivales sumaron poco o nada, pero eso lo único que hacía era enrabietar más a Aleix. «Estoy bastante triste, ha sido un error humano. He reiniciado la centralita y todo, pero no se podía hacer nada. Me da mucha rabia, porque para mí es muy difícil ir más rápido que Yamaha y Ducati y era bastante más rápido que ellos y podía luchar por la victoria y recortar muchos puntos. He perdido una oportunidad muy buena», decía Espargaró en las cámaras de DAZN.
Ahora se queda a 25 puntos del liderato con cuatro carreras por delante, un final de año en el que Marc Márquez espera seguir dando pasos adelante. En Motegi firmó un cuarto puesto desde la «pole» en su primera carrera completa en cuatro meses. La mejor noticia para él es que llegó al box sin dolor en el brazo derecho después de una buena paliza, algo que no le sucedía antes de la cuarta operación. Una victoria para él en su carrera 150 en MotoGP.