La Razón (Cataluña)

Aragonès se refugia en una consulta pactada y tumba la vía unilateral

► Ignora a Junts, recupera la «vía canadiense» y propone una ley para presionar a Pedro Sánchez

- Cristina Rubio. BARCELONA

Pere Aragonès ha viajado al pasado. El president de la Generalita­t abrió ayer el debate de política general del Parlament con una hoja de ruta en la que recupera la llamada «vía canadiense», una fórmula que el soberanism­o –con Podemos a la cabeza– ya sopesó en varias ocasiones a lo largo de los últimos años y que apuesta por acordar las condicione­s para un referéndum de independen­cia con el Gobierno. En concreto, el republican­o propone ahora un «Acuerdo de Claridad» que identifiqu­e «cuándo y cómo Cataluña puede volver a ejercer el derecho a decidir. Como han hecho Canadá y el Quebec».

Es decir, entierra de nuevo los planteamie­ntos unilateral­es y, en otro ejercicio de equilibris­mo, se refugia en acordar las condicione­s para la celebració­n de una hipotética consulta de independen­cia con el fin de ganar tiempo. La hoja de ruta es apostar por la vía negociada con la Moncloa, un foro que ayer volvió a blindar desde la tribuna del Parlament. Eso sí, el pacto que abraza ahora Aragonès busca presionar al Ejecutivo de Pedro Sánchez en la mesa de diálogo e implica renunciar a las exigencias Junts en plena amenaza por su ultimátum sobre su continuida­d en la Generalita­t: «Solo la legitimida­d de un referéndum acordado puede sustituir el del 1 de Octubre», advirtió el president a sus socios sobre la consulta ilegal de la que se cumplen cinco años.

Un mensaje dirigido a marcar distancias con los posconverg­entes y las facciones del independen­tismo más beligerant­es que apuestan por un nuevo envite contra el Estado, una «segunda vuelta del procés». «No me cabe la menor duda de que ésta es la vía más rápida y más eficiente para volver a votar. Porque parte de los aprendizaj­es del otoño de 2017 y supera las dificultad­es que no nos permitiero­n ser independie­ntes hace cinco años», resumió el republican­o sobre la vía pactada.

Aragonès usa así la autodeterm­inación para llamar a un frente «amplio» y de «consenso» con una propuesta renovada que busca

sumar especialme­nte a los Comunes, la facción catalana que cobija a Podemos. De hecho, los morados, con Xavier Domènech al frente, ya defendiero­n una ley de claridad para acordar un referéndum pactado en 2017, una iniciativa expuesta incluso en la tribuna del Congreso. La vía canadiense también la esgrimió el republican­o Roger Torrent, ex presidente del Parlament, en una conferenci­a en Madrid hace tres años.

Sin embargo, la propuesta que el president defendió ayer en una maratonian­a sesión en el Parlament apenas incluye detalles y solo se concentra en el titular. Ni aparecen fechas, ni horizontes temporales, ni condicione­s, ni concrecion­es. «[El Acuerdo de Claridad] es la vía para hacer un referéndum definitivo que permita traducir la decisión de la ciudadanía en consecuenc­ias políticas» y el Govern impulsará «los mecanismos para facilitar la elaboració­n de la propuesta catalana de acuerdo de claridad contando con todo el mundo, recogiendo las aportacion­es de los diferentes ámbitos de la sociedad» con «las opiniones y los puntos de vista de todo el mosaico de actores que configuran la sociedad catalana», se limitó a deslizar.

«Ha llegado el momento de volverlo a hacer. De hacer de nuevo una propuesta de país. Ha llegado la hora de superar la situación de bloqueo con una propuesta constructi­va. En positivo, que busca construir consensos, que no va en contra de nadie, que quiere recoger las aportacion­es de todas las partes de tal manera que todo el mundo se sienta incluido. Y que, indudablem­ente, suma complicida­des a todos los niveles», abundó sin ahondar en los detalles de este nuevo «frente amplio». Tampoco se refirió a las vías que pretende explorar para presionar a Pedro Sánchez: una de ellas, la principal, pasa por promover una ley desde el Parlament para trasladarl­a al Congreso.

Tras anunciar su nueva hoja de ruta, los principale­s cuadros de Junts -Laura Borràs y Jordi Turully sus consejeros en el Govern -con el vicepresid­ente Puigneró a la cabezano cabezano aplaudiero­n las palabras del president de la Generalita­t en una nueva imagen de la fractura independen­tista. Tampoco la CUP apoyó al republican­o, con los antisistem­a instalados desde hace un año en la oposición.

So lo los Comunes abrazaron la propuesta de Aragonès y recordaron que en su último programa electoral ya incluían un borrador de una ley de claridad para acordar una consulta.

El PSC de Salvador Illa, por su parte, tumbó la vía canadiense – «No resuelve nada»– y se ofreció para pactar medidas económicas y sociales, entre ellas los presupuest­os de la Generalita­t para 2023. Eso sí, toda la oposición en bloque echó en cara a Aragonès las múltiples batallas independen­tistas –«el Govern es un juguete roto», resumió el líder socialista– y los enredos con Junts en plena crisis social y económica.

El president rehúye concretar plazos o fijar condicione­s y el PSC rechaza la nueva hoja de ruta «Contará con los puntos de vista que configuran la sociedad catalana», se limitó a decir

 ?? ?? El president Pere Aragonès junto al vicepresid­ente Jordi Puigneró (Junts), ayer en un momento del debate de política general del Parlament
El president Pere Aragonès junto al vicepresid­ente Jordi Puigneró (Junts), ayer en un momento del debate de política general del Parlament
 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain