Dos explosiones previas a las fugas en los gasoductos rusos
► Dinamarca decreta la alarma en el Báltico por posible sabotaje en el Nord Stream 1 y 2
Todo apunta a un sabotaje de los gasoductos rusos hacia Europa. El Servicio Sísmico Nacional sueco informó ayer de que detectó dos explosiones cerca del lugar donde se produjeron las fugas de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, en aguas del Báltico. Las explosiones submarinas quedaron registradas poco antes de que aparecieran esas fugas inusuales, cuya causa está siendo investigada, aunque los gobiernos de Alemania, Dinamarca y Polonia, entre otros, lo tienen claro: se trata de un sabotaje. En este sentido, la Dirección General de Energía de Dinamarca elevó el nivel de emergencia energético de los sectores eléctrico y gasístico tras detectarse tres fugas en esos gasoductos.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, aseguró que «es difícil imaginar» que el incidente «sea accidental», después de que el Kremlin haya pedido no descartar ninguna posibilidad. Frederiksen subrayó que «no se puede descartar» la posibilidad de un sabotaje y dijo que, si bien «es pronto para sacar conclusiones», se trata de «una situación extraordinaria». «Hay tres fugas, por lo que es difícil imaginar que pueda ser accidental», expresó. «Es algo inusual y me gustaría decir que nosotros, como parte del Gobierno y las autoridades, nos lo tomamos muy en serio», remarcó en el marco de su visita oficial a Polonia. El Gobierno de Ucrania sostiene que las filtraciones de gas detectadas en el Nord Stream derivan de «un ataque terrorista planeado por Rusia». El incidente coincide con la inauguración del tramo del gasoducto báltico entre Noruega y Polonia a través de Dinamarca en un paso más en la independencia energética europea de Rusia, ya que el gasoducto satisfará el 14% del consumo anual de gas de Polonia.
Mientras se aclara el incidente, las Fuerzas Armadas danesas han establecido «zonas de exclusión» alrededor de las fugas «en aras de la seguridad y el tráfico marítimo y aéreo». Asimismo, la marina danesa confirmó el envío de la fragata «Absalon» y del barco ambientalista «Gunnar Thorson» hacia la zona con la misión de monitorear las condiciones del agua en la zona de exclusión.
Ambos gasoductos están fuera de servicio: el Nord Stream 1 lleva detenido semanas tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún operaba; el otro nunca estuvo en funcionamiento, al suspender Alemania el proceso de aprobación poco antes de la intervención militar rusa en Ucrania.
El ministerio de Economía alemán había informado ya el pasado lunes de anomalías, a lo que siguió ayer la confirmación por parte de Nord Stream AG, la gestora de la infraestructura con sede en Suiza, de una «caída de la presión» en ambos gasoductos. El Kremlin dijo sentirse «alarmado» por el incidente y no descarta ninguna hipótesis.
El incidente coincide con la inauguración del gasoducto entre Noruega y Polonia