Vara y Lambán sucumben a las rebajas selectivas
► García-Page se reserva los anuncios para el debate de la región de la próxima semana
El goteo de presidentes autonómicos socialistas que se suman a la carrera fiscal sigue aumentando. El primero en abrir la veda fue el valenciano, Ximo Puig, que sufrió la descalificación de su propuesta, en público y en privado, por parte del Gobierno, después de que su paso adelante, refrendando la estrategia fiscal del PP, diera la puntilla a la hoja de ruta de Pedro Sánchez. El Gobierno se ha visto obligado a rectificar el rumbo y corregir su paquete de medidas fiscales, cuyo anuncio el lunes solo preveía «subidas selectivas de impuestos, añadiendo también rebajas para las clases medias y bajas, de manera que el esfuerzo que recae sobre los grandes patrimonios, sea compatible con un alivio a los más precarizados.
A la Comunidad Valencia se sumó rápidamente Canarias y día a día son otras regiones las que van presentando sus propias recetas o anticipando sus intenciones. Es el caso de Extremadura, que anunció ayer «la mayor bajada de precios y tasas públicas que se haya hecho nunca» en la comunidad, algo que «no afecta a los servicios esenciales, no afecta a la arquitectura fiscal de nuestro país», y «no toca los impuestos que financian los servicios esenciales», se cuidó de aclarar Guillermo Fernández Vara. El presidente extremeño anunció que se reducirá un 25 por ciento el precio de la ITV, un 50 por ciento las tasas sobre comedores escolares, aulas matinales, licencias de caza o pesca, pruebas de laboratorio, o tarjeta de transporte, así como el 100 por ciento «de otras muchas» tasas, informa Ep.
Una reducción que la Junta de Extremadura planteará al PP en el marco de la negociación de los Presupuestos de la Comunidad para 2023, con el objetivo de «aliviar la carga económica y las obligaciones de la ciudadanía», frente a las «trampas» que el PP busca, que «pretende que la gente se desentienda de la obligación de mantener los servicios públicos esenciales». Fernández Vara se pronunció de esta forma ayer en el pleno de la Asamblea de Extremadura, a preguntas del PP sobre las medidas que prevé adoptar «para aliviar la carga fiscal a los extremeños».
En la misma línea, el presidente de Aragón, Javier Lambán, censuró ayer «el carrusel de despropósitos fiscales» en el que, a su juicio han entrado las comunidades, señalando que Aragón tiene su propia «hoja de ruta». El fiscal es un debate «con tanto ruido y contracciones» que tiene efectos «devastadores» sobre la credibilidad del propio sistema democrático.
En su opinión, no se puede hablar de fiscalidad con esta «ligereza», en esta «especie de subasta de subidas y de bajadas» cuando en realidad es un medio al servicio de un modelo de país, y lo primero que habría que tener claro es qué servicios públicos y con qué calidad se quieren y después ver cómo se van a financiar a través de los impuestos. En este sentido, insistió en que trabaja con sus socios de Gobierno en un acuerdo sobre fiscalidad, que en su caso será a la medida de Aragón, y afirmó que si después PP y Ciudadanos están dispuestos a echar una mano, esta «será excelentemente bien recibida». Lambán defiende que Aragón está dispuesto a aprovechar al máximo su autogobierno, y eso pasa por tomar decisiones propias, sin tener como base las decisiones de otras autonomías. Por su parte, otro barón socialista, Emiliano García-Page presentará sus propuestas para Castilla-La Mancha la próxima semana, cuando se celebra el debate de la región, señalan fuentes de su entorno a este diario.
Extremadura anuncia la «mayor bajada de precios y tasas públicas que haya hecho nunca»