Un estudio demostrará que la mala nutrición empeora el cáncer
► EPICKids quiere constatar los efectos positivos de la dieta mediterránea en los menús de niños hospitalizados
Pese a que la dieta mediterránea ha demostrado sobradamente tener efectos beneficiosos sobre la salud y, concretamente, sobre la evolución de determinadas patologías como el cáncer, en nuestro país es anecdótico el número de hospitales que incorporan alimentos y técnicas culinarias propias de este patrón dietario a los menús que se elaboran para sus pacientes.
El principal obstáculo es el «elevado» coste que supone su implantación. «La dieta de los hospitales deja mucho que desear. Por ejemplo, un niño con quimioterapia no debe recibir nunca un batido de cacao con galletas. Pero se le da esto y no una fruta por la complejidad que supone para los costes de la sanidad pública implantar menús más sanos», asegura Paco Arango, presidente de la Fundación Aladina, entidad dedicada al apoyo de niños y adolescentes con cáncer y sus familias.
Otro de los obstáculos es la falta de evidencia sobre el impacto que tiene la dieta que siguen los pacientes oncológicos en lo que respecta a la evolución de su enfermedad y a la calidad de vida del superviviente. «Hay muchas incógnitas aún», lamenta Andrés Morales La Madrid, director clínico del Pediatric Cáncer Center del Hospital Sant Joan de Deu.
Con el objetivo de derribar estos obstáculos y sentar unas bases férreas que permitan pedir a las administraciones y centros hospitalarios que hagan un esfuerzo en el diseño de sus menús sustituyéndolos por una alimentación con buena representación de grasas, proteínas y carbohidratos, alto contenido de vegetales, y que huya de productos ultrarefinados, se ha puesto en marcha el estudio EPICKids. Esta investigación, financiado por la Fundación Aladina, tratará de constatar los efectos positivos de una nutrición con dieta mediterránea en pacientes pediátricos oncológicos del sur de Europa con leucemia linfoblástica aguda (LLA) y algunos de los tumores cerebrales más frecuentes.
«Hay mucha evidencia que relaciona el estado nutricional de los pacientes con diversos indicadores de salud; entre ellos, supervivencia, calidad de vida, riesgo de desarrollar otras enfermedades asociadas a las toxicidades del tratamiento, etc. Sin embargo, no tenemos datos obtenidos en la población del sur de Europa, por lo que este estudio va a significar un gran paso en el descubrimiento de esta información en nuestros pacientes, y con la alimentación que consumen actualmente», señala el doctor Morales.
Este estudio también pretende recabar datos sobre el impacto de la nutrición en niños supervivientes de cáncer y en el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas y un cáncer en la edad adulta. «Hay claros indicios, por estudios realizados en Norteamérica, sobre todo en pacientes con leucemia, que su supervivencia puede estar limitada por problemas asociados al tratamiento. Hasta un 30% de ellos padecen de una condición seria tipo hipertensión u obesidad, que puede disminuir la expectativa de vida», detalla.
Según los expertos, los grupos de población más jóvenes son los que muestran un mayor abandono de los patrones dietéticos mediterráneos mediterráneos tradicionales. Esta mala adherencia hace que, en los casos en los que se desarrolla un proceso oncológico, sea más difícil controlar la enfermedad.
Toxicidades
«No es infrecuente que la situación nutricional de los pacientes que diagnosticamos no sea óptima», indica Andrés Morales. A esta mala situación nutricional se añaden las toxicidades del tratamiento, las cuales, sin una supervisión adecuada, repercuten en que empeore aún más el estado nutricional durante el tratamiento y cuando éste ha finalizado. «Las cirugías, quimioterapia y radioterapia ponen en riesgo una ingesta adecuada de alimentos, y no solamente eso: muchas veces, el poco alimento que ingieren es de muy mala calidad nutricional, agrandando el problema», explica.
EPICKids es un trabajo coral inédito a nivel internacional en el ámbito de la oncología pediátrica. Los organismos investigadores que colaborarán para desarrollar este estudio son el Instituto Médico Irving de la Universidad de Columbia y la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el mismo participarán ocho hospitales ubicados en España, Italia y Atenas.
Guías de ayuda
Los investigadores examinarán durante cinco años los factores biológicos, sociodemográficos y comportamientos de cada paciente y los correlacionarán con los resultados clínicos. Con estos datos, elaborarán unas guías que ayuden a los equipos médicos a describir la trayectoria del estado nutricional de estos pacientes.
«Sentaremos las bases para siguientes proyectos que podrán desvelar, por ejemplo, cómo modificar la dieta puede tener un impacto sobre la misma enfermedad o qué modificaciones hacer para restablecer una microbiota que nos dé la mayor posibilidad de control de enfermedad», concluye el doctor Morales.
Participarán menores con leucemia linfoblástica aguda y con algunos tumores
EPICKids es un trabajo coral inédito a nivel internacional en el ámbito de la oncología pediátrica