Un estudio ve «clave» la dieta mediterránea en el cáncer infantil
► La Fundación Paladina hará un informe pionero sobre esta cuestión con la ayuda de un millar de niños
Un estudio financiado por la Fundación Aladina estudiará, en el plazo de 5 años, el impacto que tiene la dieta mediterránea en los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, sobre una muestra de más de mil niños enfermos de cáncer de Italia, Grecia y España.
El proyecto, que lleva por nombre EpicKids, fue presentado ayer en el marco del congreso de la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP), que reúne desde este pasado miércoles a 3.000 oncólogos en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB).
Se trata del primer estudio internacional sobre la incidencia de la dieta en los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos y la supervivencia de los pacientes infantiles (esencialmente leucemia y determinados tumores cerebrales) en los países del arco mediterráneo.
«La meta es proporcionar resultados contundentes que validen la importancia de que la nutrición es un factor clave una vez el paciente está siendo tratado con medicinas muy invasivas, pues la quimioterapia no deja de ser una especie de bomba nuclear que tiene que atacar al bicho (el cáncer)», explicó el cineasta y presidente de Aladina, Paco Arango.
En total, se analizará la dieta de más de mil niños de estos tres países en el periodo de 5 años, aunque sin dar pautas ni intervenir en la misma: los investigadores solo tomarán nota de qué es lo que come diariamente el paciente.
Además, los investigadores examinarán de cada participante factores biológicos (como el microbioma, a través de muestras de heces), comportamientos de estilo de vida, factores sociodemográficos y calidad de vida, y se cor-relacionarán estos indicadores con los resultados clínicos del tratamiento del cáncer.
Si bien en adultos se ha observado en varios estudios ya que hay una relación entre una alimentación saludable y la enfermedad, esto es algo que no se puede trasladar a los niños, sin estudiarlo antes.
El director asistencial del Pediatric Cancer Center Barcelona de Sant Joan de Déu, Andrés Morales, remarcó en este sentido que «el cáncer del desarrollo -el que afecta a niños y adolescentes- es meridianamente opuesto al cáncer del adulto y, al ser diferente, no sabemos siquiera si hay relación entre dieta y la enfermedad».
Lo que sí se ha comprobado, en estudios en Latinoamérica y Estados Unidos, es que la desnutrición y la obesidad tienen un impacto en la respuesta al tratamiento del cáncer y la supervivencia en niños, pero no se ha analizado el tipo de dieta.
En este estudio participarán centros de referencia de los tres países y, en concreto de España, están involucrados los Hospitales de Sant Joan de Déu y Vall d’Hebron (Barcelona), la Paz y Niño Jesús de Madrid, y Virgen del Rocío de Sevilla, que tratan al 50% de los pacientes oncológicos pediátricos de España.
Esta investigación servirá para comprobar si se puede aplicar en niños los resultados que se obtuvieron en el informe Epic de adultos, en el que participaron 12 países europeos y se sometió a estudio a más de medio millón de personas analizando patrones alimentarios, diferentes parámetros bioquímicos y supervivencia. Los resultados de la comparación del consumo alimentario entre los 23 centros europeos se publicaron en el año 2002.
Más de un estudio ha comprobado los beneficios de esta alimentación con enfermos adultos