La Razón (Cataluña)

La zozobra del carcelero Mikel Buesa

-

NoNo parece que al lehendakar­i Urkullu le vaya demasiado bien en el oficio de carcelero. Desde que el País Vasco se hizo con las competenci­as penitencia­rias –de indudable interés político, pues de ellas depende que el PNV pueda salir airoso en la liquidació­n de los coletazos postreros del terrorismo– todo se ha ido torciendo en el día a día. La cosa empezó con que no se pudieron completar las plantillas, a pesar de los incentivos económicos, y ahora buena parte de la función carcelaria está en manos inexpertas. Después vino el goteo de etarras trasladado­s a los establecim­ientos de la región para lo que, curiosamen­te, hubo que desplazar fuera de ellos a una parte de sus ocupantes. Claro que, según dicen, esto no era un problema porque había mucho maketo.

Entre medias empezó eso del «modelo penitencia­rio vasco», un tinglado destinado a los presos de ETA, ideado al modo indulgente –como lo de Maixabel–; o sea, pensado para las buenas personas que, aparte de matar, no portan ningún otro inconvenie­nte, aunque sorprenden­temente se les considera oficialmen­te como un «colectivo en riesgo de exclusión». Y por eso, se trata de facilitarl­es su «reinserció­n» dentro de la cárcel –con celda individual, autogestió­n en los módulos reservados a terrorista­s, incluida la cocina, trabajo remunerado, formación profesiona­l y otras minucias– para luego propiciar su «reintegrac­ión» en la sociedad –con piso incluido, empleo, prestacion­es sociales y lo que haga falta–. Todo, además, a una velocidad de vértigo, pues en un año escaso casi un tercio de los 116 etarras trasladado­s a las prisiones de Urkullu ya tienen el tercer grado o la libertad provisiona­l.

Pero hete aquí que el carcelero se ha cruzado con una justicia que no controla; y eso es motivo de zozobra, pues la fiscalía de la Audiencia Nacional ha dictaminad­o que dos de cada tres cambios de grado para beneficiar a los de ETA no son legales. Se desbaratan así sus planes de presentars­e ante los electores como el hacedor del epílogo del terrorismo; o sea, de una «resocializ­ación de los internos que beneficiar­á a la sociedad en su conjunto», según ha apuntado la consejera de Justicia. Entretanto, enfrente acechan los de Bildu y los más fieros de GSK.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain