Berlusconi vuelve al Senado tras ser expulsado en 2013
► El ex «Cavaliere» regresa «sin ánimo de venganza» tras ser inhabilitado por fraude fiscal
Silvio Berlusconi volverá hoy a ocupar un escaño en el Senado, casi diez años después de tener que abandonar la Cámara Alta tras ser inhabilitado para ejercer cargos públicos como consecuencia de una condena por fraude fiscal. El líder de Forza Italia, que se presentó a las elecciones junto a Hermanos de Italia y la Liga en una coalición de derechas que resultó la más votada en las urnas, retiró ayer su acta como senador. «Aquí estoy de nuevo», escribió el magnate y ex primer ministro en las redes sociales. «El próximo jueves regresaré al Senado sin ningún ánimo de venganza, pero con el único objetivo de aportar al país, como siempre lo he hecho a lo largo de mi vida».
Con 86 años recién cumplidos, quien fuera tres veces primer ministro fue reelegido con más del 50% de los votos en la ciudad de Monza, cerca de Milán, donde es propietario del equipo de fútbol local que recientemente ascendió a primera división. A pesar de que Forza Italia obtuvo peores resultados en las urnas que en las últimas elecciones legislativas celebradas en 2018, la victoria de Berlusconi fue analizada en Italia como una revancha del ex mandatario. «Recuperar un escaño en el Senado fue una especie de venganza personal para Berlusconi después de todos los problemas judiciales que ha pasado», analizó el politólogo Massimiliano Panari.
Berlusconi fue condenado en 2013 a cuatro años de prisión y seis de inhabilitación para ejercer cargos públicos en el llamado «caso Mediaset», el imperio mediático del ex primer ministro, lo que supuso supuso su expulsión del Parlamento tras 20 años de presencia continua. El Tribunal Supremo consideró al magnate responsable de la compra-venta fraudulenta de derechos televisivos por valor de 470 millones de euros entre 1994 y 1999. Según la sentencia, Berlusconi y sus colaboradores habrían aumentado de forma artificial el precio de los derechos de emisión para poder evadir impuestos y desviar dinero a cuentas en el extranjero. El ex «Il Cavaliere» pudo beneficiarse de una ley de indultos que redujo los cuatro años iniciales de condena a solo uno. Y ni siquiera llegó a pisar nunca la cárcel porque debido a su avanzada edad la pena de prisión fue sustituida por trabajos sociales en un centro de ancianos cercano a su residencia.
Sin embargo, la sentencia supuso también la expulsión del líder de Forza Italia del Senado en aplicación de la Ley Severino, aprobada durante el Gobierno técnico de Mario Monti, que impide que los
La negociación del gobierno se encalla por las peticiones de los socios, Forza Italia quiere Justicia
condenados a penas superiores a dos años puedan ocupar un escaño en el Parlamento. Esa circunstancia le impidió presentarse como candidato de su partido en las legislativas de 2018, pero un año después obtuvo un escaño en la Eurocámara en las elecciones al Parlamento Europeo.
En las últimas elecciones celebradas en septiembre, Forza Italia consiguió un 8,3% de los votos y se convirtió en el tercer partido de la coalición conservadora por detrás de la Liga de Matteo Salvini, que obtuvo un 8,9% y de Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, quien con el 26% del consenso encabezará el próximo Gobierno italiano. Los tres líderes se reunieron ayer para continuar las negociaciones sobre los ministerios y cargos políticos del próximo Ejecutivo. Unas negociaciones que no están siendo sencillas a causa de las reivindicaciones de los socios menores. Mientras, Salvini exige volver al Ministerio del Interior que ya ocupó entre 2018 y 2019, Berlusconi aspira a colocar a uno de los suyos en el de Justicia. La primera prueba de fuego serán las votaciones de hoy para elegir a los presidentes del Senado y de la Cámara de los Diputados.