Putin propone a Erdogan un centro gasístico
► El líder ruso cree que Turquía es la ruta «más fiable para el suministro a Europa ahora»
El mundo entero tenía la mirada puesta ayer en Astaná con la esperanza de vislumbrar un soplo de optimismo que suponga el comienzo del fin de la guerra de Ucrania. Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan se volvían a ver las caras en la capital de Kazajistán, aprovechando la sexta cumbre de la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA), que empezaba ayer.
El presidente turco llegaba al encuentro con cierto optimismo, afirmando antes de ver a su homólogo ruso que su objetivo no era otro que el poder lograr «cuando antes» un alto el fuego en Ucrania. «Todos sufrimos las consecuencias de la crisis en Ucrania, a nivel regional y global. Siempre he dicho que, con la ayuda de la diplomacia se puede conseguir una paz justa», reconocía Erdogan, subrayando los logros alcanzados gracias a su implicación durante los meses de guerra, como el acuerdo de Estambul sobre la exportación de grano ucraniano, que está paliando la crisis alimentaria mundial, o su intervención en el mayor intercambio de presos entre Rusia y Ucrania, llevado a cabo a finales de septiembre, en el que Kyiv logró la liberación de más de 200 prisioneros de guerra, entre ellos los integrantes del regimiento Azov.
El secreto del éxito de Erdogan reside en haber alcanzado un equilibrio en las relaciones tanto con Rusia como con el resto de países de la OTAN. Ankara respalda diplomáticamente a Kyiv y está de acuerdo con las directrices marcadas por la Alianza, pero no ha impuesto ninguna medida sancionadora a Rusia, manteniendo en una excelente relación con Moscú, algo que, según Erdogan, «seguramente molestará a algunos, pero los países menos desarrollados estarán más felices».
Pero la oportunidad terminó diluida en otros asuntos, sin abordar de lleno una posible solución al conflicto en Ucrania. Según el Kremlin, los dos líderes no solo no hablaron sobre la guerra en Ucrania, sino que tampoco discutieron ninguna forma de resolverla. «No se discutió el tema de un acuerdo ruso-ucraniano», declaraba el portavoz, Dmitri Peskov tras el encuentro. Sí dialogaron sobre el abastecimiento de energía, con una propuesta del presidente ruso de crear en Turquía un centro de distribución del gas extraído. Según Putin, eso permitiría la creación de una plataforma que pudiese regular su precio en el mercado. El jefe del Kremlin cree que Turquía es la ruta más fiable para la conducción de gas a la UE, afirmando que sería factible construir allí un centro de suministro a gran escala. «Ayer en la Semana Energética, después de consultas con su ministro de Energía y el jefe de la empresa pública de oleoductos y transporte de petróleo Botas,
El presidente turco presume de sus logros como mediador entre Moscú y Kyiv
acordamos con Gazprom estudiar la construcción de un sistema de gasoductos y la creación de un centro de gas en Turquía para su venta a países terceros, principalmente europeos, si hay interés», declaraba Putin.
La oferta rusa llega en un momento muy delicado, con los gaseoductos Nord Stream fuera de servicio tras un sabotaje del que se han culpado mutuamente Rusia y EE UU. Moscú quiere seguir ejerciendo su influencia energética en Europa y nada mejor que Turquía para reconducir el flujo de gas.
«En el curso del trabajo de este centro, que podríamos crear juntos, por supuesto, también sería una plataforma no solo para suministros, sino también para determinar el precio, porque este es un tema muy importante: el tema de los precios», afirmaba Putin, recordando que «los precios están por las nubes y fácilmente podríamos regularlos a un nivel normal de mercado, sin ningún trasfondo político». También se abordó la exportación de fertilizantes y la nueva oferta de cooperación venía esta vez de Erdogan, que ha ofrecido a Moscú el paso por su país para que Rusia exporte los químicos a países en vías de desarrollo.