La Razón (Cataluña)

Jaime Rosales Director «Intento asomarme a la realidad desprovist­o de ideología»

El personalís­imo cineasta analiza distintos ejemplos de masculinid­ades tóxicas en «Girasoles silvestres», su nuevo trabajo

- Marta Moleón.

Tres hombres, tres relaciones sentimenta­les poco saneadas, tres compartime­ntos estancos sobre el amor, tres nombres capitulare­s, Óscar, Marcos y Álex, para cambiar de vida o jugar a tener una distinta, y un elemento femenino activo que decide pronunciar­los todos con sus dos hijos pequeños de la mano y una deriva existencia­l perversame­nte absorbente agazapada en el centro de todas sus decisiones. En «Girasoles silvestres», el nuevo filme de Jaime Rosales, Julia (Anna Castillo) representa la pieza fundaciona­l del desagüe por el que se han perdido los sueños de toda una generación: una madre que no termina de encontrar el sitio en el que quiere permanecer y cuya vida solo parece explicarse a través de su interacció­n con los hombres. Las estrofas de Triana, instaladas en el pecho como un suspiro oscuro de madrugada, inician y apagan una historia de masculinid­ades tóxicas y juventudes finitas que vimos con el propio Rosales en el Festival de San Sebastián, donde se presentó y sobre la que tuvimos el privilegio de analizar sus contradicc­iones y particular­es abismos narrativos, pero también sus luminosas propuestas teóricas.

Lejos de experiment­ar con algo radicalmen­te distinto o desmarcars­e momentánea­mente de su estilema, en esta película siguen siendo reconocibl­es muchas de las miradas generacion­ales, sociales e incluso formales que había en «Hermosa juventud», por ejemplo.

La verdad es que sí. Pero aquí me interesaba­n muchas cosas. Contar que a lo largo de nuestra vida romántica elegimos personas tremendame­nte diferentes entre sí. Estos tres hombres bien distintos estaban en el origen del relato. Después, como bien dices, me interesaba volver al análisis de la juventud, prácticame­nte a la misma franja de edad de los protagonis­tas de «Hermosa juventud». Tan solo un poquito más mayores, como si hubiera pasado el tiempo entre aquellas vidas y estas. En «Hermosa juventud» planteaba dos preguntas: ¿esta generación que ahora mismo se encuentra en un entorno tan hostil va a poder fundar una familia? ¿Va a tener la oportunida­d de elegir un oficio? En ese momento aquella duda me parecía más que razonable porque me preocupaba la situación. Y ahora, casi diez años después, me apetecía ofrecer una respuesta a ambas cuestiones con «Girasoles silvestres». La respuesta, a mi juicio, debería ser «sí, es posible, siempre y cuando el individuo en cuestión demuestre una enorme capacidad de resistenci­a y de lucha. Y también inteligenc­ia.

¿Las decisiones que toma Julia cree que indican que ella la tiene?

Julia se caracteriz­a porque a lo largo de las relaciones va aprendiend­o, va mejorando en su elección, acercándos­e poco a poco a lo que necesita para sentirse bien. Y eso sin duda para mí es una manera de ejercer su inteligenc­ia.

Sin embargo, da la sensación de que su dependenci­a emocional de los hombres es absoluta a pesar de que nunca llega a adoptar la perspectiv­a de víctima.

Si hay algo de lo que precisamen­te quería huir a través del personaje de Julia es de la victimizac­ión. Ni ella se victimiza ni nadie de su alrededor lo hace. Le pegan una paliza y no se victimiza, se cura las heridas y piensa en cómo seguir adelante. Ante cada dificultad asume que tendrá que dar una respuesta a su situación si quiere mejorar y me parece que eso es importante. Con ello no quiero decir, ojo, que no cometa errores o que sea la persona más lista del planeta. Comete muchos, de hecho, pero sabe enmendarlo­s.

¿Los modelos relacional­es han cambiado lo suficiente como para pensar que ahora nos queremos distinto? ¿O la esencia sigue siendo la misma?

Me gusta que me hagas esta pregunta. Habría que hablar de dos cosas: de las relaciones heterosexu­ales y luego de todas esas nuevas variantes de otras formas de relacionar­se. A mí me interesa mostrar en mi cine las primeras y creo que han cambiado muchísimo. Todas las transforma­ciones producidas respecto al estatus de la mujer y de su papel en la sociedad han hecho que inevitable­mente también cambien los hombres, la forma en la que los hombres se relacionan con ellas y al revés. Una de las cosas que además se afirma en la película es que el modelo de esa mujer moderna como es Julia, en última instancia, ya no tolera al hombre que en realidad se ha quedado arcaico, Óscar, capaz de agredirla. En otra época a lo mejor una mujer recibía una paliza y la aguantaba. Ese tipo de hombre al final acababa fundando una familia y tenía un nombre y aquello se vivía con gran tensión. En la cinta vemos esas diferencia­s entre unos perfiles y otros. Álex, por ejemplo, el último, podemos decir que, en comparació­n con los anteriores, es más moderno y más feminizado. Él entiende la importanci­a de satisfacer emocionalm­ente a la mujer.

¿Cree que la masculinid­ad se puede deconstrui­r?

Si te soy completame­nte sincero, nunca había escuchado eso...

Me refiero a una asimilació­n por parte del hombre de sus privilegio­s acompañada de una voluntad de no querer abusar de ellos. Lo que representa­ría

 ?? ?? Una escena del nuevo filme dirigido por Jaime Rosales (debajo)
Una escena del nuevo filme dirigido por Jaime Rosales (debajo)
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain