Por cada 100 hombres empleados en el campo hay 31 mujeres
► El aumento de las empleadoras ha sido mayor, si bien el número de ellas es casi cuatro veces menor que el de los varones
El predominio de los hombres en las actividades agrícolas y ganaderas es notorio, con el agravante de que desde la crisis económica de 2008 el sector se ha masculinizado de forma creciente. De las aproximadamente 740.000 personas que actualmente están ocupadas en el sector agrario, solo 177.000 son mujeres: es decir, por cada 100 hombres hay 31 mujeres. Las diferencias entre comunidades autónomas son llamativas. En Asturias y Cantabria –comunidades con una ocupación agraria inferior a la media nacional– la relación entre mujeres y hombres ocupados en el sector es aproximadamente de 70/100, según un informe publicado por Funcas. En cambio, en Murcia y Extremadura –las dos comunidades con mayor ocupación agraria– el número de mujeres empleadas por cada 100 varones empleados es de 34 y 10, respectivamente. Por tanto, las mujeres que trabajan en la agricultura y la ganadería no están más presentes en aquellas comunidades con más empleo en el sector primario; más bien al contrario, la participación femenina en el empleo se aproxima más a la mascufinal lina en las comunidades en las que el sector de la agricultura y la ganadería genera menos puestos de trabajo, según el análisis de Funcas. En cuanto a la evolución po modalidades de actividad, la caída del empleo más intensa se aprecia entre las trabajadoras autónomas (sin empleados), cuyo número ha descendido de alrededor de 95.000 en 2008 a apenas 64.000 en 2022. También las asalariadas –la modalidad de actividad más frecuente– han sufrido un descenso importante en ese periodo (de 124.000 a 107.000). En cambio, las empleadoras (autónomas con empleados) muestran desde el de la crisis económica una tendencia ascendente, aunque con oscilaciones. El aumento de las mujeres empleadoras en este sector ha sido más intenso que el de los varones empleadores, si bien el número de ellas (9.600) es aproximadamente cuatro veces menor que el de ellos (37.700). El número de horas que las mujeres rurales dedican diariamente al trabajo doméstico quintuplica el que dedican los hombres (ellas, casi 10 horas; ellos, menos de dos).