Radar COVID: un fracaso de más de cuatro millones de euros
► La herramienta no ha identificado ni siquiera el 1% de las infecciones en dos años y medio de pandemia
ElEl Gobierno echó el cierre a Radar COVID definitivamente el pasado jueves, tras más de dos años de inoperancia. «La aplicación ha finalizado su actividad tras una larga trayectoria gestionando los contactos positivos en covid en España», señalaba el Ejecutivo en Twitter como única explicación.
Larga e infructífera, dado que la herramienta, que se perfilaba como una solución para tener un mayor control de los casos positivos de covid, no ha conseguido identificar ni el 1% de los contagios (124.555 casos de los 13.441.941 notificados).
Además, solo el 21% de la población (8.600.858 millones de personas) se la ha descargado en estos 28 meses (se lanzó el tres de agosto de 2020).
Asturias, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Galicia y el País Vasco fueron las comunidades autónomas que mayor uso hicieron de ella. En la otra cara de la moneda encontraban Ceuta, Melilla, Comunidad Valenciana, Extremadura y Canarias, que ni siquiera llegaron a usarla.
El presupuesto total que destinó el Gobierno a Radar COVID fue de 4,2 millones. La empresa a la que se adjudicó el contrato fue Indra, con una cantidad inicial de 330.537 euros para su puesta en marcha y otra partida de 1,7 millones para su mantenimiento, soporte y evolución. El resto de las cifras se corresponden a la inversión que hizo el Ejecutivo para conseguir visibilidad y publicidad. Concretamente, destinó 2,1 millones y otros 28.459 euros para elaborar materiales de creatividad. La tecnología de Radar COVID funcionaba a través de bluetooth y tenía capacidad para detectar los contactos estrechos de casos confirmados. Todo ello se conseguía a través del registro de todos los dispositivos que se encontraban a menos de dos metros durante al menos quince minutos. minutos. Cuando una persona resultaba positiva, se proporciona un código que introducía en su aplicación móvil y, automáticamente, enviaba una alerta a todos los dispositivos que la app había clasificado como posibles contactos estrechos.
Factores del fracaso
El fracaso de la herramienta es la crónica de una muerte anunciada, por diversos factores. Para José Ramón Ubierto, psicólogo clínico, psicoanalista y profesor de Psicología de la Universidad Oberta de Cataluña, podríamos hablar de cuatro causas clave.
«La primera es que la sociedad española llegó pronto una situación de hartazgo por las restricciones y los controles de los meses de confinamiento. Julio fue el primer mes de desescalada real y, en el mes de agosto, cuando esta herramienta se puso en marcha, la población ya no estaba dispuesta a seguir aceptando normas, aunque no fueran obligatorias», destaca este especialista.
En su opinión, hay que entender también que Radar COVID no tese