El hambre amenaza a África: un muerto cada 36 segundos
► Las organizaciones alertan de que en países como Somalia una de cada seis personas padece hambruna extrema
De aquí a final de año, cada 36 segundos una persona morirá víctima del hambre en tres países de África Oriental (Somalia, Etiopía y Kenia). Es la dramática cifra publicada por una de las organizaciones que más saben de esta problemática, Intermón Oxfam, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se celebró ayer. Otras organizaciones similares pusieron el foco en otras temáticas: Acción contra el Hambre denunció la importancia de la innovación y financiación; Misiones Salesianas en la educación y World Vision alerta sobre el impacto del alza de los precios en esta lacra.
Por su parte, Oxfam señala que en Somalia se está viviendo la peor crisis de hambre que se recuerda, donde el número de personas que padecen hambre aguda ya supera el de la hambruna de 2011, cuando más de 250.000 personas murieron. Actualmente, casi una de cada seis personas padece hambre extrema en Somalia. Gran parte de la región sufre los efectos de cuatro escasas temporadas de lluvias consecutivas, a los que previsiblemente se sumarán los de una quinta en los próximos tres meses. Además, el cambio climático ha diezmado los cultivos y forzado a las comunidades dedicadas al pastoreo a abandonar su forma de vida tradicional.
Esta crisis se ha visto agravada en muchos lugares por el conflicto, conflicto, los efectos colaterales de la pandemia y el aumento de los precios de los alimentos por la guerra en Ucrania.
El análisis de Intermón alerta de que el ritmo de personas que mueren como consecuencia del hambre en Somalia, Etiopía y Kenia se ha incrementado desde el mes de mayo, cuando la organización estimó que el hambre se cobraba una vida cada 48 segundos y alertó del peligroso retraso en la provisión de ayuda a millones de personas al borde de la hambruna.
Según el último informe de Naciones Unidas, en 2021 ya había 828 millones de personas que padecían hambre (casi el 10% de la población mundial), lo que implica un aumento de alrededor de 46 millones desde 2020 y 150 millones desde el inicio de la pandemia.
Estas tendencias son el resultado de múltiples factores que se retroalimentan entre sí, que van desde conflictos hasta crisis climáticas, económicas y sanitarias, factores que están impulsando el hambre hacia formas más complejas e interconectadas que afectan, especialmente, a tres grandes zonas del mundo: la región africana del Sahel, Oriente Medio y Latinoamérica.
Para afrontar esta crisis alimentaria global, Naciones Unidas estima necesarios 41.000 millones de euros destinados a ayuda humanitaria, de los que un 37,5% ha sido cubiertos.
828 millones de personas tenían este problema en 2021: es el 10% de la población mundial