La inmadurez de Montero
SegúnSegún los expertos en psicología, siempre hay que consultar a los que más saben, el nivel óptimo de madurez se alcanza a los veinte años, donde la inteligencia, la capacidad para expresar y reconocer emociones se ha desarrollado. Los neurocientíficos hablan de que hasta los treinta años nuestro cerebro no es maduro. Las funciones de personalidad y toma de decisionesse sitúan en el lóbulo central del cerebro y, según un estudio de la Universidad de Huelva, es la última parte del cerebro en alcanzar la madurez. Hay personas que nunca la alcanzan y puede que la ministra de Igualdad se encuentre entre ellas.
Es de locos permitir que adolescentes puedan autodeterminarse su género a partir de los catorce años sin tu telas médicas ni judiciales. Sólo con su voluntad. En mi adolescencia cambiaba de profesión prácticamente todos los días, según lo último que había visto, leído o conocido. Podía pasar de peluquera a médico pasando por astronauta en un pispás. Los días que tenía la regla, muy dolorosa, deseaba ser hombre, luego, al cabo de tres días, me encantaba ser mujer. Lo normal a esa edad, que mis padres llevaron con paciencia y mucho cariño. Lo anormal es que un Gobierno propicie y ali ente a los adolescentes a cambiarse de género como el que se cambia de ropa interior. El jefe de psiquiatría juvenil del Gregorio Marañón alerta de que la cifra de adolescentes que se reclaman trans sin serlo se ha multiplicado por la ideologización y cree que la LeyTra ns puede causar un daño enorme a los adolescentes. Se ha presentado una ley por el trámite de urgencia para que no haya ningún tipo de discusión legal ni social. Si te atreves a cuestionarla, te acusarán de tránsfobo.
Si te atreves a cuestionar su ley te acusan de tránsfobo