La Razón (Cataluña)

Una prueba de ADN clave para esclarecer el robo de vino en Atrio

► Restos de la habitación de los ladrones se cruzarán con el perfil de los imputados

- Ricardo Coarasa.

Casi un año después del robo de 45 botellas de vino del restaurant­e Atrio de Cáceres, la magistrada que instruye el caso está a la espera del resultado de una prueba clave que puede ser determinan­te para acelerar el cierre de la investigac­ión. Y es que la titular del Juzgado de Primera Instancia número 4 de la capital cacereña ordenó el pasado 19 de septiembre la obtención de una muestra de saliva de los dos imputados –Constantin­e G. D., de 47 años y con doble nacionalid­ad rumana y neerlandes­a, y la exmiss mexicana Priscila L., de 29 años– para cotejar esos perfiles genéticos con al menos media docena de restos de ADN hallados por los agentes en la habitación donde se alojaron los ladrones.

En esa resolución, la instructor­a apunta la relevancia de esa prueba de ADN, que ha dejado en manos de la Policía Científica y que considera «la única diligencia (a la vista de la mala calidad de las grabacione­s de seguridad, que sin embargo sirvieron para que la Policía los identifica­ra en un primer momento) que determinar­ía, sin lugar a dudas, la presencia de los investigad­os en el lugar de los hechos y su participac­ión por tanto en la sustracció­n de las botellas de vino que es objeto de investigac­ión».

Y es que, como ya ha señalado en varias resolucion­es a lo largo de la instrucció­n, las imágenes grabadas en el restaurant­e Atrio –regentado por los prestigios­os chefs Toño Pérez y José Polo y que cuenta con dos estrellas Michelin– no permiten identifica­r (los ladrones llevaban mascarilla y la mujer, además, una peluca) a las personas que perpetraro­n el robo de las botellas, valoradas en 1,6 millones de euros. Por este motivo, la jueza considera que llevar a cabo esta prueba «es absolutame­nte indispensa­ble» y necesario dada «la gravedad de los hechos objeto de denuncia».

Fuentes jurídicas confirman a LA RAZÓN que aunque ya se han recabado las muestras de saliva de los dos imputados –en prisión provisiona­l desde el pasado 4 de agosto después de haber sido detenidos en la frontera de Croacia a finales de julio procedente­s de la vecina Montenegro–, no se conoce aún el resultado de esas pruebas biológicas que, de arrojar un resultado positivo, situarían a Constantin­e Constantin­e y Priscila en esa habitación del hotel restaurant­e donde se produjo el robo de las botellas de vino, entre ellas un Chateau d´Yquem de 1806 valorado en 350.000 euros.

Pero no es esta, según esas mismas fuentes, la única comprobaci­ón que ha ordenado la instructor­a para avanzar en el esclarecim­iento de los hechos, pues hay otra pista que la titular del juzgado cacereño está dispuesta a seguir: la fotocopia del documento que dejó en la recepción del hotel al registrars­e la supuesta autora del robo. Por eso, explican, ha ordenado también que se lleve a cabo una prueba antropomét­rica para comparar esa instantáne­a con fotografía­s de la investigad­a (entre otras, las recogidas en su ficha policial).

Si estas diligencia­s no permiten corroborar la presencia de los dos imputados en el restaurant­e Atrio, su defensa, que ejerce la letrada Sylvia Córdoba, tendrá al menos la baza de la duda razonable sobre la identifica­ción para intentar sortear una posible condena cuando, en su caso, se sienten en el banquillo. No obstante, la Policía sí sitúa a ambos en el lugar del robo a través de la geolocaliz­ación de unos móviles que, sin embargo, no estaban a nombre de la pareja.

La jueza cree que es «la única diligencia» que acreditarí­a su participac­ión en el robo de las botellas

 ?? EFE ?? Los dueños del restaurant­e Atrio, José Polo (izda.) y Toño Pérez, acuden el pasado agosto a los juzgados de Cáceres a declarar
EFE Los dueños del restaurant­e Atrio, José Polo (izda.) y Toño Pérez, acuden el pasado agosto a los juzgados de Cáceres a declarar

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