Ayudas al renting para particulares
El transporte por carretera es clave en la economía de nuestro país. Gran parte del transporte de personas y mercancías se realiza diariamente con nuestros coches, motos y vehículos industriales de toda clase y tamaño. En cercanía, larga distancia, de última milla, transporte urgente, en condiciones especiales (mercancías refrigeradas, peligrosas...) hasta el disfrute de nuestro tiempo libre como ciudadanos.
Y es evidente que la composición de nuestro parque de vehículos influye en aspectos relevantes de nuestra vida. Un parque renovado mejora, frente a otro antiguo y mal mantenido, en términos de la seguridad de los millones de personas que diariamente circulan por nuestras calles y carreteras; la eficiencia del sector en cuanto a consumo de energía, la sostenibilidad de la actividad actividad de transporte en lo que se refiere a emisiones contaminantes. Todos reconocemos la gran labor del renting: su actividad pone en circulación vehículos más nuevos que la media del parque con las ventajas que supone en cuanto a seguridad, eficiencia, sostenibilidad y sencillez de uso. Su éxito entre los usuarios profesionales lo demuestra: más del 45% (y creciendo) de las matriculaciones de este canal ya se materializan vía renting.
Además, introduce los vehículos que llegan al final de sus contratos en el mercado de ocasión, con una edad y desgaste general muy inferior a la media (que hoy supera los 12 años en España). Así, el renting también contribuye a reducir la preocupante escalada de edad media de los vehículos que se comercializan como usados. E impacta positivamente en aspectos claves del parque (seguridad, eficiencia, sostenibilidad: no me canso de repetirlo).
Aunque podemos ir más lejos. Hay un segmento donde la penetración del renting como solución para la movilidad tiene aún mucho recorrido: el de los usuarios particulares. Un mercado tan grande en número de matriculaciones como el de los profesionales. Este segmento se ha beneficiado de numerosos planes de ayuda directa para compra de vehículos nuevos tales como el Renove, Moves… que siempre han tenido éxito. ¿Por qué no activar un plan de ayuda a la contratación de renting de vehículos por particulares? Una ayuda directa tipo Renove, o reducción de los impuestos de las cuotas (como puedan ser los del gas, la luz, las bonificaciones en los combustibles…) fomentarán esta fórmula de movilidad sin necesidad de propiedad ni de inversión inicial. Una cuota fija, sin sorpresas, a la que ya estamos acostumbrados en otros productos y servicios de uso diario (ya sea telefonía, televisión…). La mejora de la calidad del parque circulante será importante, y esto nos interesa a todos.