Podemos presiona para incluir a Bildu y ERC en el reparto del CGPJ
► La paralización del acuerdo con el PP evita una ruptura de los morados con Díaz e IU
Podemos no dejará pasar un momento que ven «idóneo» para pasar a la ofensiva y volver a convencer a los socialistas para que ERC y Bildu participen del reparto de la cúpula del Consejo General del Poder Judicial. La ruptura de las negociaciones entre el Gobierno y el Partido Popular hacen a los morados descongelar la reforma para elegir el CGPJ por mayoría absoluta, es decir, rebajando las mayorías necesarias –tres quintos del Congreso de los Diputados– sin necesidad de contar con el PP, y solo con los aliados parlamentarios del Ejecutivo.
Un proyecto de reforma de la ley orgánica que fue presentado por PSOE y Unidas Podemos y que se paralizó para tratar de dar lugar a las negociaciones con el PP, después de que la Comisión Europea exigiera su retirada a Moncloa, a pesar de que Podemos era escéptico. Ahora, los morados elevan la presión sobre los socialistas y les piden «dar un golpe en la mesa» ante el PP y retomar la reforma.
La modificación esperada por los morados y sobre la que el Gobierno todavía no se ha pronunciado, pasaría por cambiar el sistema de elección para que 12 vocales se elijan por mayoría absoluta en lugar de por tres quintos del Congreso. Para los morados, la paralización de las negociaciones es la «enésima excusa» del PP para bloquear la renovación, por lo que ven que el PSOE debe adoptar la «única solución posible».
Un cambio que ya fue frenado por Europa hace casi un año. La Comisión Europea pidió al Gobierno retirar de manera definitiva la modificación del sistema de elección del CGPJ. Bruselas la veía en contra de las recomendaciones de la UE, que reclaman reducir la influencia del poder legislativo o ejecutivo sobre el Poder Judicial y acabar con la imagen de politización del órgano de gobierno de los jueces. Moncloa acabó cediendo ante la UE y retiró la propuesta.
A la par, con el bloqueo de las negociaciones entre Gobierno y PP, el espacio de Unidas Podemos aleja una nueva brecha que amenazaba con la ruptura de Podemos con la vicepresidenta Yolanda Díaz y con Izquierda Unida. Los morados condicionaban el pacto del CGPJ a la inclusión de la exjueza y ahora alto cargo Victoria Rosell, y amenazaban con no firmarlo. El objetivo de fondo era usar ala exjueza para desgastarla posición de Día zen el Gobiernoy esta batalla acabó re abriendo las fisuras de un espacio de izquierdas ya dividido de por sí.
A la vez, desde el entorno de la vicepresidenta, conscientes de este fuego amigo, se reconocía que no se iba a luchar por la candidata al contravenir las cláusulas del acuerdo: que los candidatos fueran independientes. Era, además, una de las condiciones que los morados exhibían como baluarte antes de entrar en Moncloa. Tampoco iban a participar del órdago de los morados contra el PP por vetar a su candidata. Así, fuentes autorizadas del espacio reconocían esta semana que de haberse alumbrado el pacto de renovación, los morados habrían votado en contra en el Congreso de los Diputados y apuntaban al exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, como responsable de la operación, quien desde su «podcast» había impulsado también a la jueza, contraviniendo el mandato de Díaz de no enturbiar la negociación aireando los nombres.