Gallego deja Vox entre fuertes acusaciones
► El dirigente abandona el grupo parlamentario y pasa a ser diputado no adscrito
El hasta ayer diputado de Vox en el Parlament Antonio Gallego, ahora no adscrito, arremetió duramente contra la formación en una carta de despedida que ha enviado al resto de diputados del grupo, mientras que la cúpula le exige que renuncie al escaño «por respeto a los votantes».
«Me siento fuera de lugar, apartado, señalado, decepcionado, frustrado, infrautilizado y nada integrado. Confieso que soy incapaz de aceptar la humillación como método de ‘corrección’ y que me cuesta adaptarme al nuevo rol de diputado de ‘usar y tirar’ que se me exige», aseguró Gallego en la carta que ha enviado al resto de diputados y a la que ha tenido acceso Efe.
El ahora diputado no adscrito apuntó que ha llegado el momento de «buscar nuevos retos profesionales» que le permitan «mantener» a su familia: «Sin que ello erosione mi salud y el respeto a mí mismo». «Lamento de todo corazón no haber podido encarar mejor las desavenencias acumuladas, que yo no airearé en público por respeto a vuestro trabajo y a los votantes de Vox», agregó Gallego en el escrito.
El parlamentario ya ha remitido a la Mesa del Parlament un escrito en el que manifiesta «su voluntad irrevocable de dejar de formar parte del grupo parlamentario de Vox» y pasar a figurar como no adscrito.
El dirigente fue apartado de su puesto como portavoz adjunto del partido el pasado mes de septiembre por parte del líder de Vox en la cámara, Ignacio Garriga, que situó en su lugar a Sergio Macián. A Gallego le ofrecieron presidir dos comisiones a cambio -Acción Climática y Economía- algo que rechazó.
Gallego era uno de los parlamentarios más experimentados de Vox en la Cámara y concurrió como «número dos» del partido en las elecciones autonómicas de febrero de 2021, cuando la formación de Santiago Abascal logró ser cuarta fuerza en Cataluña por detrás del PSC, ERC y Junts con 11 escaños.