Barcelona se queda sin Mundial: «No seremos cómplices»
► La alcaldesa rechaza instalar pantallas en protesta contra la dictadura de Qatar
Como cada vez que la selección española disputa un gran evento, el Mundial de Qatar, en este caso, en Barcelona hay que lanzar una moneda al aire para saber si la ciudad tendrá, o no, pantallas para ver los partidos. En esta ocasión ha salido cruz. Para la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, «Qatar es una dictadura que viola los derechos humanos» y autorizarlo sería «ser cómplices».
Así fue su respuesta a un ruego de Ciudadanos en el pleno de ayer solicitó al Ayuntamiento «un espacio para que los aficionados puedan reunirse». El concejal Paco Sierra incluso sugirió que fuera un espacio cerrado, como el Palau Sant Jordi, teniendo en cuenta que la competición se disputará entre noviembre y diciembre.
La alcaldesa mostró todo el apoyo a cualquier competición deportiva, pero cree que en este caso, existen «líneas que no se pueden sobrepasar». Colau recordó que en Qatar se vulneran los derechos humanos más básicos y que «se trata a las personas LGTBI como delincuentes». Por eso cree que la Federación Española de Fútbol debería desmarcarse. desmarcarse. La alcaldesa añadió o que Amnistía Internacional ha calificado la competición como «la copa mundial de la vergüenza» y recordó que ciudades como París o Marsella ya se han desmarcado.
La alcaldesa invitó a Sierra a que se pronunciara sobre la dictadura de Qatar. El edil subrayó que su partido siempre ha condenado todas las dictaduras, tanto la franquista como las de Qatar, Cuba y Venezuela. «Mi compromiso es con la democracia», destacó el concejal. Pero respondió a Colau que no corresponde al Ayuntamiento de Barcelona posicionarse sobre la organización del Mundial de fútbol.
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, también se pronunció en este sentido. En un comentario en Twitter, criticó las recientes declaraciones del presidente de la FIFA y afirmó que «el Mundial no puede ser una excusa para blanquear una dictadura». «Lo que el presidente de la FIFA llama prejuicios es vulneración de derechos humanos, persecución al colectivo LGTBI y discriminación hacia la mujer. El Mundial no puede ser una excusa para blanquear la dictadura», indicó en un mensaje en su cuenta de Twitter.