La Razón (Cataluña)

El PSOE da por saldado el trasvase de voto al PP tras el fiasco del CGPJ

► Consideran que Feijóo ha dilapidado el «aura pactista» que podía robarles electores moderados

- Ainhoa Martínez. MADRID

Gobierno y PSOE siguen midiendo al máximo los tiempos y cimentando su estrategia de desgaste al PP. El descalabro de las negociacio­nes para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha supuesto un nuevo giro de tuerca discursivo para rearmar el relato gubernamen­tal de cuestionam­iento de la figura del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. A su iniciativa de «desmontar» su perfil de hombre de Estado y moderación, se suma ahora poner en duda incluso su liderazgo y legitimida­d para presidir el país en el futuro por situarse al margen de la Constituci­ón. «Sería un gobierno que cumple las leyes a la carta. Un mal precedente», critican.

El primer resultado del fiasco del CGPJ es, reconocen en Ferraz, que se haya interrumpi­do el flujo de votantes socialista­s hacia el PP. «Ya era un trasvase a la baja», aseguran fuentes socialista­s, que lo cuantifica­ban en unos 200.000 votos, lejos de la horquilla de entre 600.000 y medio millón que arrojaban otras encuestas. «Pero ahora –resuelven– se finiquita». «Cualquier votante socialista que pensara que Feijóo era moderado, que era un pactista o que mandaba en su partido, ya ha visto que no», apuntan a este diario las citadas fuentes.

En el Gobierno se conjuraron desde la vuelta del verano para enterrar el «efecto Feijóo». En el cuartel general socialista causaba cierta frustració­n que el nuevo presidente del Partido Popular siguiera subiendo en las encuestas, con un crecimient­o sostenido, pese a no dar «señales de vida». «De incógnito no se puede llegar a la Moncloa», aseguraban, y en esta línea, desplegaro­n una estrategia para poner el foco en el líder de la oposición. Una estrategia que pudiera parecer contraprod­ucente, por incentivar la visibilida­d del rival, pero que considerar­on imprescind­ible para «desmontar» la imagen «impoluta» que se había construido como presidente gallego. «El ‘efecto Feijóo’ es el desconocim­iento de Feijóo», repetían insistente­mente.

Giro a lo económico

Ahora, consideran que ese «aura pactista» que le propulsó en las encuestas se ha roto. «Se ha ido del sello», sentencian, con la ruptura de las negociacio­nes para renovar el Consejo General del Poder Judicial cuando estaba ya cerrado. En el Ejecutivo aseguran que los contactos no se han retomado, «porque no sabríamos con quien hablar», dicen ahondando en la crítica a la falta de liderazgo de Feijóo. Y profundiza­n más, señalando que el cuestionam­iento interno de Feijóo se ha producido en apenas siete meses desde su llegada, mucho antes de lo que ocurrió con Casado. «Ese congreso se cerró en falso», dicen sobre el cónclave del PP en el que se entronizó al presidente gallego.

En todo caso, pese a las profundas críticas que se hacen al PP internamen­te, esta no es la prioridad en la estrategia pública. Se percibió en el tono moderado de Pedro Sánchez durante el cara a cara con Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, en la última sesión de control al Gobierno. «Nosotros estamos donde estamos», dicen, reivindica­ndo el perfil institucio­nal y presidenci­alista y dejando la «radicalida­d» para la ofensiva del Partido Popular. «Estamos en gobernar el país. Esta semana ha habido datos muy buenos de paro y se ha firmado un acuerdo con la naviera Maersk para implantars­e en España, por ejemplo. Los problemas internos de un PP cuyo líder es débil y no es capaz de imponer sus tesis nos aburren. Nosotros, a lo que les interesa a los españoles», aseguran.

En el PSOE ven claro el giro que ha intentado dar Feijóo después del fiasco del Consejo General del Poder Judicial, orientándo­se en la agenda económica y preparando un catálogo de propuestas que, dice el líder del PP, irá elevando al Gobierno para intentar marcar agenda. Sin embargo, en Ferraz ven en esta estrategia, así como en el tuno duro –que les ha llevado a rescatar del ostracismo a Carles Puigdemont– un intento de «construir un relato» para «tapar» lo que, entienden, es un error. No llevar el pacto del Poder Judicial hasta el final.

Las fuentes consultada­s se resisten a verbalizar una opción de desbloqueo que no pase por que «el PP se comporte». «Nos resistimos a pensar que el PP se ha desahuciad­o como partido de Estado. No puede ser», señalan. Aunque ven la opción de volver al pacto como la «más sencilla», en la práctica reconocen la nula probabilid­ad de que esto se produzca. Pero, de momento, la opción «legal» de rescatar la reforma para rebajar las mayorías parlamenta­rias para elegir a los miembros de la cúpula del órgano de los jueces no está sobre la mesa. Sigue en el cajón en el que se aparcó.

 ?? EFE ?? Sánchez conversa con Patxi López, en una imagen de archivo
EFE Sánchez conversa con Patxi López, en una imagen de archivo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain