La Razón (Cataluña)

El 52% de los afectados por la ZBE ha cambiado de hábitos

► La mitad de los barcelones­es ha optado por cambiar de coche y la otra mitad, por el transporte público, según la Encuesta de Movilidad en Día Laborable

- D.Fernández. BARCELONA

LaLa zona de bajas emisiones (ZBE) ha sido uno de los grandes proyectos medioambie­ntales de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no exenta de polémica. El pasado mes de marzo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anulaba la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona (ZBE) por «falta de informes», por un «exceso en el ámbito geográfico de implantaci­ón» y por una «excesiva restricció­n en el tipo de vehículos afectados». El fallo sacudió la estrategia medioambie­ntal del Ayuntamien­to y la Generalita­t. Incluso políticos y periódicos de toda Europa se hicieron eco de la sentencia por ir en contra de los preceptos de Bruselas. Las administra­ciones catalanas recurriero­n ante el Tribunal Supremo. El Ayuntamien­to, sin embargo, ha decidido cambiar el marco normativo para evitar que la ZBE «estuviera en peligro».

La ZBE, por lo tanto, ha seguido su camino y empiezan a aparecer los primeros estudios que analizan su impacto. Así, un 53% de los residentes en el área metropolit­ana de Barcelona afectados por la Zona de Bajas Emisiones afirma que ha elegido como solución comprarse un vehículo con etiqueta ambiental o utilizar el transporte público. Los que han optado por la primera de estas dos alternativ­as son el 29,6% y los que han preferido la segunda, el 23,4%. Estos han sido los remedios más comunes ante la puesta en marcha de esta área por donde no pueden circular los coches más contaminan­tes, tal y como refleja la Encuesta de Movilidad en Día Laborable de 2021 presentada por la Autoritat del Transport Metropolit­à (ATM), con una muestra de 10.100 personas de la provincia de Barcelona.

Afectación escasa

No obstante, el documento dice que las restriccio­nes de la ZBE sólo han afectado a un 14 por ciento de los barcelones­es (bien sea de forma diaria, o bien esporádica­mente), mientras que un 85 por ciento declara que no ha sufrido ninguna afectación. En el ámbito metropolit­ano, las cifras son prácticame­nte iguales: la ZBE afecta a un 16 % de los encuestado­s y un 83 %, no.

Con respecto a los desplazami­entos por persona, estos han aumentado ligerament­e: de 3,46 desplazami­entos por persona en 2020 a 3,50 en 2021. La inmovilida­d se reduce en un 14,4% respecto a los niveles de 2020, derivados de la pandemia, y se sitúa en el 2021 en un 9,7%, valor que es aún superior al 7% de 2019.

El jefe del Servicio de Movilidad de la ATM, Xavier Sanyer, ha negado que «los datos [del impacto de la ZBE] sean decepciona­ntes» porque se adecuan a la previsión que habían realizado las administra­ciones. En cuanto a la decisión de algunos afectados de optar por comprar un coche en vez de usar el transporte público, Sanyer ha asegurado que muchos de ellos «se consideran cautivos del vehículo privado» por los trayectos que deben realizar.

Fuentes del gobierno municipal de Barcelona también han dicho que «es lógico» que el impacto de las restriccio­nes de la ZBE sea bajo porque un 63% de los barcelones­es ya se mueven en transporte público o a pie. Las mismas fuentes recuerdan que el despliegue de la ZBE «ha permitido reducir 609.000 desplazami­entos en vehículos más contaminan­tes desde 2017».

También se pregunta a los enque cuestados, todos de zonas en las que funciona el Sistema Integrado de Movilidad Metropolit­ana de Barcelona, cuál creen que es la principal consecuenc­ia de la reciente gratuidad de las autopistas. La mayoría, el 58,2%, responde es el aumento del tráfico en estas vías debido a la descongest­ión de carreteras urbanas. El 30,8% contesta que es el incremento del tráfico a causa de nuevas personas usuarias del vehículo privado.

Un 37% afirma que se ve afectado por la gratuidad de las autopistas y un 11,4%, que esta le lleva a introducir cambios en sus desplazami­entos.El más habitual (80,3%) es usar estas vías en vez de otras carreteras.

Los resultados del estudio también reflejan que va creciendo la movilidad tras la pandemia. En 2021 se registraro­n 16.909.491 desplazami­entos, un 1,1% más que en 2020, cuando disminuyer­on un 13,2% respecto a 2019, antes de la Covid-19, año en que hubo 19.259.472.

Progresiva­mente, se recupera el uso del transporte público. En 2021 éste sumó 2.370.954 desplazami­entos, un 24,7% más que en 2020 (1.901.118). Sin embargo, todavía fueron un 28,4% menos que antes de la pandemia. El transporte público supuso 14% del total de desplazami­entos en 2021 y el más utilizado fue el autobús, seguido del metro.

El Ayuntamien­to ha suavizado las condicione­s de la ZBE para sortear el fallo del TSJC

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EFE Imagen de la Ronda de Dalt con el cartel de la ZBE

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